Relato de supervivencia en una Noruega invadida por los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Es que realmente en esta guerra ocurrió de todo.

Una de las cosas que a priori más me sorprende de la película es que se lleve tan buenas críticas y tenga una nota tan razonablemente decente. La verdad es que sin un presupuesto enorme, con actores en su mayoría desconocidos, sin mucha pirotecnia, resulta una película correcta que retrata las dura supervivencia de un espía noruego perseguido por los Nazis. Yo no podía dejar de pensar en «El Renacido», sí, la de Di Caprio e Iñárritu. No voy a comparar, pero que perfectamente a Thomas Gullestad le podían haber dado también un Oscar…

A decir verdad, «El duodécimo hombre» sirve más como homenaje, no al héroe Jan, sino a la población noruega que lo ayudó. Sin ellos, Jan no hubiese sobrevivido y esto, a su manera, es bonito. La película, sin embargo, es un poco plana. A destacar, la presencia apabullante de Jonathan Rhys-Meyers, todo ojos verdes y piel blanca, como antagónico con clase.

Pasable