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Voto de Kaori:
5
7,5
16.739
Intriga
Londres. En las aguas del Támesis aparece el cadáver de una mujer desnuda y estrangulada con una corbata a rayas. La mujer presenta, además, síntomas de violación y otras señales que hacen sospechar que el asesino es un maníaco sexual. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Diccionario de la Real Academia Española define «frenesí», en su segunda acepción, como «violenta exaltación y perturbación del ánimo», descripción que bien puede aplicarse al asesino de la corbata al que da vida Hitchcock detrás de la cámara, aunque no a la forma y el tono que toma la película. Le ha faltado eso.
Más maduro e igual de obsesivo, Hitchcock ofrece una «Frenesí» llena de posibilidades, desconcertante y, entiéndase lo que quiero decir, fea, porque es una historia con una fealdad intrínseca que recorre las calles, los personajes, las motivaciones y los sucesos, característica que, para lo que nos cuenta, queda bien. Eso sí, le falta emoción, vitalidad, esa tensión que te atrapa en la intriga y el crimen bien organizados, puede que por el ritmo en continuo frenado y la pomposidad típica «alfrediana». Aún con todo, mantiene el interés.
Los actores, claramente teatrales, lo hacen correctamente y la puesta en escena londinense, aunque sea en las zonas más pobres, siempre es grata de ver. No chirría en el guión, y de hecho llega a sorprendente por momentos, así que bien.
Más maduro e igual de obsesivo, Hitchcock ofrece una «Frenesí» llena de posibilidades, desconcertante y, entiéndase lo que quiero decir, fea, porque es una historia con una fealdad intrínseca que recorre las calles, los personajes, las motivaciones y los sucesos, característica que, para lo que nos cuenta, queda bien. Eso sí, le falta emoción, vitalidad, esa tensión que te atrapa en la intriga y el crimen bien organizados, puede que por el ritmo en continuo frenado y la pomposidad típica «alfrediana». Aún con todo, mantiene el interés.
Los actores, claramente teatrales, lo hacen correctamente y la puesta en escena londinense, aunque sea en las zonas más pobres, siempre es grata de ver. No chirría en el guión, y de hecho llega a sorprendente por momentos, así que bien.