No tengo la menor duda de que "Pustina" es de lo mejor que he visto en mucho tiempo. La escogí al azar, llamándome la atención sobre su origen checo.

Estupenda, no tiene ni un triste minuto de desperdicio. Nunca mejor dicho triste, porque la serie es de absoluta concepción triste y desamparada.

Localizada en una zona auténticamente deprimida y deprimente. Un pequeño pueblo checo en plena decadencia, es el escenario donde se recrea y se escenifica toda la trama. Una historia triste, gris, sórdida y carente del mínimo atisbo de optimismo.

Una gran cuenca minera de la cual depende la economía, el bienestar y el futuro del pueblo de "Pustina". Codiciada por una gran compañía minera la cual, detonará conflictos sociales que van a polarizar a su desesperada población.

La desaparición repentina de una adolescente hará que todo se ponga patas arriba. Una investigación sobria, severa, liderada por el tenaz inspector de policía "Rajner". Procederá a deshilvanar los entresijos del caso, sin estridencias, sin fuegos artificiales. Nada se hace de cara a la galería, nos encontraremos con una historia dura, sórdida y cruel.

Una ambientación en permanente tiniebla, deprimente, la cual incide directamente a la personalidad, temple y talante de sus protagonistas. Nadie sonríe, no existe el sentido del humor. Todo está invadido por el desasosiego y la tristeza.

Una narrativa densa, sobria, acompañada de un guion sin fisuras, unas interpretaciones que dotan a la narrativa de un dramatismo realmente espectacular.

Un thriller dramático realmente intrigante y misterioso. A pesar de su narrativa de cocción templada, no aburre, no se hace para nada tediosa porque siempre pasa algo.

Buenísima serie "Pustina", una de esos productos que los encuentras por casualidad y, realmente llegan a cautivarte.

La he visto tarde, puesto que su realización fue en el año 2016. Pero eran tiempos en los cuales aún se hacían muy buenas producciones, y me alegro mucho de haberme topado con "Pustina".

Cien por cien aconsejable, merece la pena.