Pues sí, tras aguantar casi tres horas debido a mi fe en Robert de Niro llego a la conclusión de que mejor que no dirija nada y se dedique a actuar, que eso sí que es lo suyo.

Aun reduciendo su metraje a la mitad nos quedaría simplemente un tostón más asequible, de apenas hora y media pero...¡Tres horas viendo al nuevo cara-palo del Matt Damon! Por favor, es para meterle tijera a toda la película de principio a fin. Solamente los créditos del final duran ocho minutos, un cortometraje de propina en forma de créditos.

Comparar esta película con El Padrino (como hacen algunos críticos) es un insulto en toda regla. Váyanse Vds a comparar setas con el rock&roll, es que algunos no saben qué inventarse para redactar una crítica.

Magnífico reparto, salvo Damon el resto de actores cumple exactamente lo que se les pide aunque esto suponga aburrir al personal de mala manera. Ello supone un desaprovechamiento total de talento, culpable: De Niro.