Cuidadosa adaptación de Polanski de la novela de Thomas Hardy.
Exteriores bien elegidos, vestuario perfecto, ambientación en general muy esmerada, creíble y que ayuda a seguir la película.
El metraje es largo, casi tres horas, pero se sostiene en la interpretación de Nastassja que construye un personaje entendible en su debilidad y también en su firmeza. Sólo así podría resistirse una película tan larga.
También es destacable la película como pequeño documental de las labores agrícolas en esa época, desde ordeñar vacas a recoger el trigo, con unas imágenes en vivo del funcionamiento una maquinaria existente de finales del siglo XIX, un lujo.

Los avatares de Tess te hacen solidarizarte o al menos tener simpatía hacia la dura vida de esta joven. Lo mejor es la interpretación de la Kinski.