Me da la impresión de que esta primera parte de la saga del famoso delincuente llamado "El Lute" además de ser, como ya he escrito en el título de esta crítica, mi segunda película española favorita (la primera es la de "El Lute 2") es también la mejor de todas las que ha dirigido el director Vicente Aranda, ya que no hay más que ver la calidad que tiene para darse cuenta de lo que estoy diciendo es verdad. El caso es que este pedazo de película la conozco desde que era yo pequeño, y a pesar de que han pasado más de 10 años sin que la haya vuelto a ver me sigue pareciendo todo un peliculón de cinco estrellas, al igual que lo sería la, todavía mejor, segunda parte, que saliera un año después que esta (corta espera, si señor, no hubo que esperar mucho para poder disfrutar de la continuación)
Vamos, que de todas las curiosas pelis que se pueden encontrar en el cine español, ninguna me parece más redonda que estas dos basadas en uno de los delincuentes más famosos de nuestro País.

Por algo fue ganadora de cuatro goyas, que no es poco, ya que el film en cuestión lo merece sobradamente, demostrando que no sólo los americanos son los únicos en hacer buenas películas.

Lo dicho, que las dos pelis de "El Lute" son mis favoritas del cine español, como seguramente lo serán para muchos otros, no sólo para mí, pues con lo buenas que son no es de extrañar que ambos filmes se hayan convertido en los favoritos de muchos de nuestra patria.