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Voto de Anibal Ricci:
8
6,7
31.279
Drama
Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia y adolescencia, que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chiron tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2017
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Es peor si te quedas adentro», dice Blue, invitando a Chiron a cruzar el umbral de la puerta (afrontar la vida). Chiron es un niño negro (lo apodan Pequeño), vive con su madre y sufre bullying por parte de sus compañeros. No le gusta el fútbol y siente diferente al resto. Blue es traficante, encuentra a Chiron encerrado en una casa abandonada y de inmediato entiende que está solo en el mundo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película se divide en infancia, adolescencia y adultez. Las primeras etapas Chiron las soporta sin la ayuda de su madre, más ocupada en su drogadicción que en educar y brindar afecto. Chiron es de pocas palabras, sólo se abre ante Blue y su pareja Teresa. Ellos suplen la función de los padres ausentes y la casa de ellos es su único refugio. La cinta está teñida por un tono melancólico, contenido, narrada desde el punto de vista de Chiron a través de tres distintos actores que dan vida a Pequeño, Chiron y Black. Eso está muy bien, lo mismo que los tonos Kodak de la fotografía, son consistentes.
Sin embargo, la historia transcurre de un clisé a otro, siguiendo la indefinición interior del personaje, que sólo va cambiando exteriormente a través de los años, desde un chico flacucho hasta convertirse en un hombre musculoso y estiloso. Es interesante el juego con las puertas. La primera vez que se atreve a atravesarlas es la primera vez que enfrenta a sus acosadores, marcando el fin de la adolescencia. Chiron nació en Florida, pero huye a Georgia donde parte de cero, sin que los demás le enrostren su historia. El tema de la homosexualidad está tratado sutilmente, como si el director no quisiera herir al espectador con fuertes imágenes. Molesta que la historia y los personajes sean tan predecibles, que sigan siendo contenidos a pesar de haber vivido etapas dolorosas, eso no parece muy coherente. La madre aparece en pesadillas, le grita y le da la espalda, mientras se oyen desquiciantes tañidos de violín. Chiron se ha convertido en otro traficante de drogas, pantalla para permanecer aislado de la violencia de la gente. Se trata de una historia íntima, de todo lo que le cuesta a Chiron poderse encontrar consigo mismo, pero eso carece de sustancia debido a que no ha encontrado una actividad (o algo) que le permita sentirse libre, el espacio en el cual los demás no puedan hacerle daño. Elige ser traficante, pero pareciera que no es más que una coraza, como si él mismo estuviese cerrando sus propias puertas y ventanas.
Sin embargo, la historia transcurre de un clisé a otro, siguiendo la indefinición interior del personaje, que sólo va cambiando exteriormente a través de los años, desde un chico flacucho hasta convertirse en un hombre musculoso y estiloso. Es interesante el juego con las puertas. La primera vez que se atreve a atravesarlas es la primera vez que enfrenta a sus acosadores, marcando el fin de la adolescencia. Chiron nació en Florida, pero huye a Georgia donde parte de cero, sin que los demás le enrostren su historia. El tema de la homosexualidad está tratado sutilmente, como si el director no quisiera herir al espectador con fuertes imágenes. Molesta que la historia y los personajes sean tan predecibles, que sigan siendo contenidos a pesar de haber vivido etapas dolorosas, eso no parece muy coherente. La madre aparece en pesadillas, le grita y le da la espalda, mientras se oyen desquiciantes tañidos de violín. Chiron se ha convertido en otro traficante de drogas, pantalla para permanecer aislado de la violencia de la gente. Se trata de una historia íntima, de todo lo que le cuesta a Chiron poderse encontrar consigo mismo, pero eso carece de sustancia debido a que no ha encontrado una actividad (o algo) que le permita sentirse libre, el espacio en el cual los demás no puedan hacerle daño. Elige ser traficante, pero pareciera que no es más que una coraza, como si él mismo estuviese cerrando sus propias puertas y ventanas.