El director firma una de sus mejores películas sin dudas. Parece que comienza algo liosa debido a su curiosa estructura argumental, pero eso no es más que un truco. La película es magnética, sorprendente, adictiva y atrapante. La audiencia será desafiada, pero tampoco la harán pensar más de la cuenta. Las pistas están dejadas por el camino, pero poco a poco hacia el final no será hasta cuando el prestigio haga acto de presencia. Los actores están fenomenales (a destacar el duelo actoral entre Jackman y Bale), la atmósfera y el guión son absolutamente perfectos y coherentes. De lo mejor que he visto del cine recientemente: entretenida, fascinante, bien hecha, bien contada, bien resuelta y nada tramposa (tiene algo que contar y lo cuenta bien).