Si uno se entretiene en leer la biografía de Alexandre Astier se preguntará de donde saca tanta energía a sus 45 años para no parar como actor, director de cine y televisión, guionista, comediante, compositor, escritor... y papá de 6 hijos. !Uf!, centrémonos en Astérix.

Su alianza con Louis Clichy que pasó por Pixar, dió un excelente resultado con "Astérix: la residencia de los dioses" demostrando que los personajes de cómic resultan más fieles en animación que en carne y hueso. Ahora repiten el éxito, pero menos. Astier se atreve a escribirles un guión propio. El insuperable Goscinny nos dejó en el  77 y Uderzo cedió la batuta en el 2013 a un nuevo equipo creativo. Pero parece que sea cual sea la pluma que escriba la historia, los personajes inmortales de esta aldea gala irreductible están muy por encima de ellas y son capaces de robarnos el corazón y la sonrisa, han formado parte de nuestra vida desde que nacieron en el 59 y lo que les queda mientras dure esa poción mágica que en mayor o menor medida todos llevamos dentro.

Astier, le da un toque acorde a los tiempos, hay empoderamiento femenino, los jabalíes ya no solo son aperitivos para Obelix y los romanos no son tan malos aunque sigan estando locos. Es cierto que el tramo final hace demasiadas concesiones a planteamientos muy trillados más propios de otros géneros que de la filosofía  de Panoramix y cia. ¿Dejará la posiblemente nueva druida que Obelix pruebe la poción?. Larga vida a todos ellos hasta que el cielo caiga sobre nuestras cabezas.

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