Si de empoderamiento femenino se trata hay que reconocer que la debutante Coralie Fargeat  cual alumna aventajada de Tarantino demuestra que las mujeres pueden dirigir sin pudor cintas tan inverosímiles, sangrientas y exhibicionistas (en este caso de ambos sexos aunque más el masculino) que cualquier director del sexo contrario con potencia y brillantez. En ese sentido de "igualdad" bienvenido sea este cómic teñido de rojo sangre hasta decir basta que contrasta con los amarillos terrosos y cielos azul eléctrico del desierto. El juego colorista añade un plus a la evidente intención estética de la directora francesa.

El caso particular es que uno ya está muy mayor para esta Barbarella contemporánea capaz de pasar en un pis pas de "Lolita" a "Lara Croft", que es capaz no solo de resucitar de la muerte, viajar medio desnuda por el desierto a velocidades más allá de toda comprensión y enfrentarse a la Hydra Macho de tres cabezas y miles de litros de sangre mientras que se hace un "tattoo " molón marca "Fenix Beer" para tapar un agujerillo demás en su escultural "body".

El elenco masculino cumple con sus roles y la italiana Matilda Anna Ingrid Lutz, que se lo curra, amenaza con emular a Punisher en ¿futuras entregas?.  Y es que ya se sabe que: "las mujeres siempre tienen que pelear".

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