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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
10
Drama Un rico matrimonio estadounidense que lleva en Roma una vida despreocupada, ve cómo su hijo se suicida. La madre, traumatizada y sintiéndose culpable por no haber atendido más a su hijo desde la infancia, decide ayudar a la gente más necesitada en los barrios más humildes de la ciudad. Sin embargo, su ayuda a un delincuente la pondrá bajo sospecha a ojos de la policía. (FILMAFFINITY)
18 de julio de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rosellini y su obra fue uno de los afortunados directores que evitaron el hipotético olvido de la historia fílmica gracias a su puesta en valor por los autores varios de la biblia francesa de la modernidad cinematográfica "cahiers du cinema" pocos años después del estreno de la cinta que nos ocupa. No todo lo que se dijo en cahiers sobre este o aquel director tiene que ir a misa pero en este caso con Rosellini a mi juicio, acertaron de pleno.

En pleno fervor creativo le cae de las estrellas del cielo de Hollywood una de las más rutilantes. La sueca Ingrid Bergman con un Oscar y varias candidaturas decide de motu propio que hay más cine y quizás mejor en otros mundos fuera de la galaxia de los grandes estudios californianos y le escribe una carta al director italiano después de visionar "Roma ciudad abierta" y "Paisa", ofreciéndole sus servicios.

¿Quien le dice no a semejante mujer y actriz?. Surge el amor por encima de sus respectivos cónyuges y el escándalo social iniciando una colaboración profesional y personal que dará su fruto en cinco películas que si bien no triunfan en su momento en taquilla nos deja obras maestras como esta casi olvidada Europa del 51.

Si uno no puede menos que enamorarse de Ingrid en "Casablanca", aquí pasa a la categoría de diosa de adoración perpetua. Decir que La Bergman está inmensa es poco. La evolución de su personaje y la gama de registros aguantando unos primero planos no habituales en Rosellini supera con creces cualquiera de sus personajes americanos.

Bergman baja a los suburbios, a la realidad de ese nuevo cine del que Rosellini abrió la puerta y mira las cosas por primera vez descubriendo a la inmensa mayoría que no vive entre oropeles y que apenas subsiste en un mundo convaleciente de dos guerras mundiales y a la espera de una tercera que solo puede ser evitada con amor a los demás y respeto a sus diferencias, sin juzgarles. Esta forma de entender la vida muy próxima al origen del cristianismo sin los dogmas de las iglesias, se basa en los postulados de la filósofa parisina Simone Wells (1909-43) que cuadra con el marcado compromiso social de la obra del director. Las analogías del personaje de Irene con Cristo no se eluden y al igual que El, es rechazada, incomprendida y queda al margen de una sociedad que no está preparada para subvertir sus rígidos moldes ortodoxos clasistas.

La perdida de su hijo es la espoleta que le hace despertar de su mundo superficial e irreal, estableciéndose a su vez un paralelismo entre el personaje y la actriz que llena de verosimilitud su actuación. Rosellini maneja los tiempos y los ritmos con maestría y mima a su actriz-mujer tanto o más como hizo Von Sterbeng con La Dietrich.

La omnipresencia de Bergman no impide que Rosellini se luzca en planos y atmósferas sobre un guión muy elaborado firmado por cinco guionistas incluido el director y que aún deje un hueco para que la gran Giulietta Masina se permita el lujo de robarle planos a la diosa nórdica.

czjc.blogspot.com
ELZIETE
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