A la chita callando el canal de cable premiun STARZ a la par que consolida su negocio, nos va dejando unas series de perlas (doble sentido) que a falta de Emmys no dejan de cautivarnos. "Black Sails" o "Counterpart" son dos buenos ejemplos al que ahora, o mejor dicho hace cinco años se unió "Outlander".

La notable adaptación de las novelas de amor y aventuras de la estadounidense Diana Gabaldón (Arizona / 1952) aderezadas con componentes históricos y de fantasía con sus viajes temporales han trasladado a la pantalla a sus club de fans y nos han enganchado a los que desconocíamos las novelas (ocho hasta la fecha). En teoría dirigida a un publico mayoritariamente femenino reúne los suficientes elementos bien compensados para agradar a un amplio espectro de espectadores. En consonancia con la linea del canal de pago, las escenas de violencia y sexo son más arriesgadas que en otras productoras y "Outlander" (Forastera) sabe como dosificarlas dando lugar a capítulos ( todos de una hora) impactantes, donde el drama, la ambientación histórica y el romance imperecedero parecen maridar con acierto. Es cierto que los cuatro primeros episodios fueron titubeante y con una puesta en escena algo tibia pero a partir del quinto encontró su estilo que se ha ido reforzando en cada nuevo capítulo.

Algunos agujeros en la trama y una cierta sensación a veces de bucle en las situaciones no impide que empaticemos con las aventuras y desventuras de la pareja protagonista y el mundo que les rodea, donde la labor de producción, vestuario, fotografía y una banda sonora apropiada nos transportan a la Escocia del mediados del XVIII, periodo que acabó por elegir la autora quizás para contraponer las verdes tierras altas a los desiertos de su Arizona natal.

Lógicamente no podría funcionar sin un reparto que lo da todo y donde la irlandesa Caitriona Balfe en su papel de heroína y Tobias Menzies como el sádico villano, imprescindible contrapunto, destacan por encima de un reparto que no les va a la zaga aunque particularmente pienso que Menzies no debería doblar personaje como el marido del siglo XX de Claire, restando a mi juicio fuerza al triangulo amoroso. Hay tres temporadas más, de momento, por cada uno de los libros, que dicen los que las han visto que ofrecen más y mejor de lo mismo. A por ellas.

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