Bueno, pues llegamos al penúltimo capítulo de Viernes 13.

La verdad es que el film me ha gustado. Es evidente que es de los mas flojos de la saga, pero sigue teniendo sus buenas dosis de sangre, gore y desnudos, que son ya marcas distintivas de esta franquicia.

En lo que se refiere al argumento, pues bueno, aquí Jason tras ser echo picadillo por un comando a base de disparos, misiles y minas antipersona se convierte en una suerte de espíritu demoníaco que va poseyendo a distintas personas que irán sembrando la muerte allá por donde pisen. Una historia que como se puede ver, almenos se desmarca un poco de lo habitual en el resto de entregas.

Vamos, que como secuela y peli en si no es que sea la repera, pero entretiene, posee un ritmo adecuado y una fotografía aceptable aunque un poco ochentera para el año en que se rodó e incluye un ¨ cameo¨ inesperado justo al final.

Para pasar el rato.