Amanda (la superviviente de Saw) y 7 personas más aparecen encerradas en una casa. Todos han estado en la cárcel y a todos los detuvo (amañando pruebas en muchos casos) el detective Mathews, padre de un hijo conflictivo que también está encerrado en esa casa.
Jigsaw propone el juego, hay antídotos en la casa que pueden curar el veneno que les ha inyectado previamente a los 8, y, por otro lado, le dice tranquilamente a Matthews que le escuche y que siga las reglas, sino su hijo morirá.
En la casa, todos van muriendo poco a poco salvo Xavier (el musculitos), Amanda y el hijo del detective. Xavier termina muriendo a manos del hijo del detective y poco después aparece en la casa de Jigsaw sano y salvo.
Por lo tanto, la única que queda en la casa es Amanda, quien se esconde y seda al detective cuando este llega intentando rescatar a su hijo.
Finalmente lo encierra en el mismo baño donde se desarrolló Saw. Amanda se había convertido en la persona capaz de ejecutar los morbosos planes de Jigsaw, ya que ella le agradece lo que es actualmente a él (por hacerle darse cuenta de que estaba equivocada y de que debía apreciar lo que tenía o, en otras palabras, por intentar cargársela).