Cuando iba a ver la película me esperaba un capítulo de Padre de Familia light, sin azúcares añadidos, pero no una comedia romántica sobre la madurez. Y mucho menos con azúcares añadidos.

Aquí lo que vamos a ver viene a ser un película de tipo Jennifer Aniston dirigida por alguien tipo Kevin Smith (Pfff... el Universo implosionaría si se diera el caso). Lo bueno es que te ríes, que para eso pagas, pero piensas: "ahí se han pasado", y al rato: "ahí no han llegado". Los momentos bestias no mezclan del todo bien con los momentos happy flower, pero bueno, es una peli sobre un oso de peluche gordito y yonki, tampoco es que importe mucho. También tiene un puñaíto de cameos poco reconocibles para el público medio español para que parezca más divertida de lo que es.

Pero lo criminal es la parte romántica. Aparte de ser el refrito más refrito de todos los refritos que haya visto, es que es típica hasta para escoger los planos (ejemplos in da spoiler, bro) y la música. La BSO es directamente un remix de toda la filmografía de Sandra Bullock. De hecho, creo que hasta el videojuego de los Sims 3, arriesga más con la partitura. Seth Macfarlane no tendrá remordimientos para frivolizar el 11-S o para conseguir 5 o 6 chistes basados en flatulencias, pero el colega no puede ocultar que tiene su corazoncito y a ratos se pone moña. Él te dirá: "Que no tío, mira, me meto con Bridget Jones también". Pero no cuela.

Mark Wahlberg quiere vivir una segunda juventud y se esfuerza por parecer jovial. A ratos lo consigue pero no puede evitar de vez en cuando darse cuenta de lo ridículo que es hablarle a un oso amoroso. Y Mila Kunis (con ojos para 4 pupilas) realiza un papel de pretemporada, le exige muy poco para su talento. Y bueno, hay que decir que el peluche está muy bien hecho y muy bien estropeado por Santi Millán y su doblaje desde el sofá de su salón.

Pasable. Te ríes, no piensas más de lo necesario y mañana no te acuerdas.