Hay películas que cuando terminas de verlas lo único que deseas es dejar de pensar en ellas pero irónicamente estas son las que consiguen que no dejes de darle vueltas, véase «Freier Fall», que está a un nivel superior de esta. A mí me gustó más y son de temática parecida que no iguales.

De los actores me gustó más Bruno que Fernando, este último me parece que sobreactuaba un poco a veces y me daba la sensación de que no lo hacía del todo bien. Los demás bien no noté nada raro sino en ese y se supone que es uno de los principales así que no entiendo por qué no daba la talla.

Por lo demás es un drama que retrata la vida de un hombre durante un momento de su vida que de repente duda sobre su orientación sexual así que deja a su mujer y a su hijo y se va a vivir solo al taller de su tío, si no recuerdo mal. Un tío bastante moderno y comprensivo por cierto, que todo hay que decirlo, no sale mucho pero me gustó el personaje.

Por fin sale una escena de sexo en condiciones, no diría que es erótico pero es bastante fuertecilla y me parece bastante bien hecha, no sé si el director es gay pero está bien retratada. Mencionar también el acento que me encanta, ya creo que lo dije en otra película chilena, es que se parece al acento canario y me hace gracia oírlos hablar.

La canción final es bastante bonita y es de Carla Morrison y si no recuerdo mal se llama «Disfruto» —capah que sí (no sé si está bien usada la expresión ja ja ja)—; «Me complace amarte disfruto acariciarte y ponerte a dormir es escalofriante tenerte de frente hacerte sonreír».