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Voto de Juan Marey:
9
Terror. Comedia. Thriller Debido a una tormenta, unos viajeros que pretenden llegar en automóvil a Shrewsbury, se ven obligados a refugiarse en un viejo caserón. Los habitantes del lugar, dos hermanos y un mayordomo mudo, les dan cobijo, pero la casa encierra algunos misterios. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2018
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El caserón de las sombras” (“The Old Dark House”, 1932) es una película de ese gran director que fue James Whale, firmante de grandes clásicos tales como “Frankenstein” (id, 1931), “La novia de Frankenstein” (“The Bride of Frankenstein”, 1935) o “El hombre invisible” (“The Invisible Man”, 1933). Se trata de una brillante adaptación de la novela “Perdidos en la noche” de J. B. Priestley, que se produjo a raíz del enorme éxito de Frankenstein, que hizo que la Universal viera con buenos ojos volver a reunir a su director y su protagonista en otra obra de terror, lo que sucedió es que ya el propio guión se encargó de convertir la novela original en una adaptación mucho más ligera que no se tomaba a sí mismo del todo en serio. Whale, sin duda complacido con este enfoque, acabó entregando a la Universal una excéntrica combinación de terror y comedia negra.

James Whale no quería encasillarse en el cine de terror pero los productores lograron convencerle a cambio de tener absoluta libertad creativa en cualquier aspecto de la película, el resultado es la película de terror más arriesgada y original de la Universal en su famoso ciclo de películas de terror, una de esas obras maestras intemporales por atrevidas, llenas de matices muy sombríos como la casa del título que se convierte en un personaje más. Llena de lugares oscuros, ventanas grandes que se abren estrepitosamente para dejar entrar al feroz viento, escaleras que se bifurcan hacia habitaciones que esconden sorpresas inesperadas, semeja más la mente retorcida de sus habitantes, metáfora sobre la demencia y sus ilógicas consecuencias.

El reparto es simple y llanamente espectacular: Raymond Massey, Charles Laughton (en su primer papel en Hollywood), Melvyn Douglas como simpático galán y Boris Karloff encarnando al mayordomo de aspecto tenebroso. Karloff, muy lejos de su creación de monstruo de Frankestein, logra subir un peldaño más a la hora de dar vida a un mudo desfigurado con problemas con el alcohol y que acosa a las mujeres, su entrada en escena es antológica y sirve como aviso a la locura que se desatará en el caserón. Pero Karloff no es el único que logra inquietar al público, es la familia a la que sirve tan silenciosamente la que provoca un pavor pocas veces visto en una pantalla. Los Femm están interpretados por Ernest Thesinger y Eva Moore, que mantienen una curiosa y morbosa relación. Pero quien se sale por todos los lados es la actriz Elspeth Dudgeon que bajo el seudónimo de John Dudgeon da vida a un peligroso anciano de más de cien años que hace acto de presencia en el punto más culminante de la historia. Un ejercicio de transformación brillante en una época en la que el maquillaje no era tan perfecto como hoy día; son los gestos corporales y sobre todo su diabólica risa la que logran el milagro. Su rol de Sir Roderick Femm representa no sólo la materialización de los miedos más profundos, sino la esencia misma de la locura completamente desatada. Que la aparición de este personaje siga poniendo la carne de gallina 78 años después de la realización de la película es algo increíble.

Desquiciante, bella, aterradora, loca, sutilmente graciosa, inolvidable… gran cine en suma. Queda claro que no debéis acercaros a “El Caserón de las Sombras” esperando un clásico prototípico de terror, vedla como una juguetona amalgama en la que Whale explota sus capacidades como director capaz de crear un entorno tenebroso con su peculiar sentido del humor.
Juan Marey
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