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Voto de Juan Marey:
8
Drama Elmer Gantry (Burt Lancaster) es un hombre atractivo, oportunista y absolutamente inmoral. Tras asistir, por casualidad, a una reunión religiosa, se da cuenta de lo fácil que es ganar dinero como predicador y se convierte a la religión Evangélica. Con la hermana Sharon Falconer (Jean Simmons) a su lado, Elmer pronuncia unos estremecedores sermones que le permiten conseguir fama y dinero. Pero un periodista (Arthur Kennedy) sigue sus ... [+]
6 de enero de 2014
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico melodrama que nos cuenta un episodio de la vida de Elmer Gantry (Burt Lancaster, ganador del Oscar por este papel), un carismático, atractivo, bebedor, picarón y oportunista vendedor del Medio Oeste norteamericano que, durante los años 20 (los de la Ley Seca), ve la oportunidad de su vida cuando asiste a un espectáculo rural de evangelización de la autoproclamada "hermana" Sharon Falconer (Jean Simmons), una honesta cristiana de fe sincera que considera que su misión vital es convertir a paletos al cristianismo. Elmer Gantry se da cuenta de que las técnicas de marketing que él conoce bien son las que necesitan estos predicadores para amplificar su mensaje. Y quién mejor que él para personificar esa nueva orientación evangélica que parece ir más acorde con los nuevos tiempos...

El guión está basado en la novela Elmer Gantry (1927) del premio Nobel norteamericano Sinclair Lewis (1885-1951), y fue llevada al cine por obra y gracia del director y también aquí guionista Richard Brooks, un camaleónico personaje nacido en Philadelphia que no solamente se dedicaba a ponerse detrás de las cámaras, sino también a producir y a escribir sus películas, con un Oscar en su haber y ocho nominaciones a lo largo de su exitosa carrera cinematográfica. Richard Brooks dirige una orquesta sin fisuras al servicio del personaje, y el efecto es brillante, la película no tiene un momento de pausa, y las emociones de los personajes están permanentemente a flor de piel, y con ellos, las de los espectadores, Gantry vive cada instante como si le fuera la vida en ello, ama de verdad, compadece, peca, engaña, predica poniendo en ello cada centímetro de su cuerpo.

Genial la fotografía en color de John Alton, con unos colores en tonos oscuros sensacionales y en donde la ambientación que nos muestra nos hace que nos traslademos a esa América sumida en la Gran Depresión, y haciéndonos protagonistas también de esta apasionante historia. Excelente la banda sonora creada por André Previn, como grandiosos también están todos sus actores, encabezados por un gigantesco Burt Lancaster, metido en el cuerpo y en el alma de Elmer Gantry, un tipo atractivo, inmoral, cínico, canalla y con un pico de oro que encandila al más pintado. Con él la bella Jean Simmons, bordando su papel, el de la hermana Sharon Falconer una predicadora que pronto caerá bajo el encanto de Elmer. Y muy cerca de ellos, unos inmensos secundarios, entre los que sobresale un fantástico Arthur Kennedy haciendo de un escéptico periodista muy observador que sigue las campañas de la hermana Sharon, escribiendo unos artículos devastadores para los evangelistas, o la sensual Shirley Jones como Lulu Bains, una joven prostituta antigua amiga de Gantry y que hará que éste tenga que enfrentarse a demonios de su pasado.
Juan Marey
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