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Voto de Juan Marey:
9
Intriga. Thriller. Cine negro Turquía era oficialmente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero en realidad sirvió como punto de encuentro de los espías de las potencias beligerantes, que buscaban una oportunidad para intercambiar secretos militares. Un complejo caso de espionaje, en el que estuvieron implicados alemanes e ingleses, estuvo a punto de cambiar el curso de la guerra, inclinando la balanza del lado de las potencias del Eje Berlín-Roma-Tokio. ... [+]
3 de noviembre de 2013
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joseph L. Mankiewicz partió de una historia real, que estuvo a punto de cambiar el transcurso de la II Guerra Mundial para trasladar a la gran pantalla una de las más interesantes películas del subgénero de espionaje que se hayan rodado nunca. Inspirada en la vida real de Elyesa Bazna, espía albanés durante la Segunda Guerra Mundial que fotografió gran parte de los documentos de la embajada británica en Turquía clasificados de alto secreto, la cinta nos habla de la ambición personal de un individuo aparentemente irrelevante, insignificante, prescindible, un simple ayuda de cámara que conspira para cambiar el destino de decenas de millones de seres humanos en todo el mundo sin que le importe otra cosa que conseguir a la mujer que desea y reunir la fortuna económica que siempre ha perseguido.

Una de las cimas del cine de agentes secretos de todos los tiempos. Narrada con el estilo y la elegancia propios de Mankiewicz, la fluidez del ritmo viene perfectamente complementada por un texto riquísimo repleto de referencias, dobles lecturas, frases lapidarias y juegos retóricos, en los que se luce especialmente un James Mason magistral, inconmensurable, en su encarnación de cínico, inquietante y algo botarate “bon vivant” al que la suerte de la guerra le trae al fresco y sólo busca satisfacer su propio interés económico. La película posee unas claras influencias expresionistas y momentos de suspense típicamente hitchcockianos, al mismo tiempo, no elude el sentido del humor típicamente británico, concentrado en las agudas observaciones del protagonista (o de algunos otros personajes, como el embajador alemán) o en el irónico cierre de la película.

No es, desde luego, de los filmes más conocidos de Mankiewicz, pero creo que merece ocupar un lugar destacado dentro de su filmografía, una película que sin duda vale la pena revisar.
Juan Marey
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