Magnífico relato que cuenta la historia de un hombre que, a lo Schindler, utiliza su status para interponerse en medio de una crudísima guerra civil para salvar la vida del máximo número posible de personas. La historia, basada en hechos reales, es dura de por sí, y no recurre afortunadamente al uso gratuito de la violencia ni la sangre (sólo lo necesario) para crear en ciertos compases verdaderos momentos de angustia a los protagonistas que incluso se transmite al espectador.

Quizá en ocasiones la música de "película de acción" le haga decaer en el aparente realismo que pretende mostrar, una pena puesto que todos los extras y secundarios que intervienen en los conflictos resultan imponentes de verdad. La recreación en la figura del protagonista, Don Cheadle, puede parecer cansina, pero su situación no deja de ser la excusa para explicar todo lo que ocurre a su alrededor. Aparte de que consigue desmenuzar a su personaje de forma magistral, al igual que su compañera Sophie Okonedo.

Geniales actuaciones de la pareja protagonista, que, sobretodo en el caso de Sophie, bien hubiera merecido el Oscar de la Academia por delante de Cate Blanchet. Más desaprovechado está el personaje de Nick Nolte, que aparece como mera comparsa, impotente a la hora de realizar su trabajo, y el del periodista Joaquin Phoenix, que aparece muy poco pero pronuncia la mejor frase de la película. Es sin duda el argumento base sobre el que gira toda la historia, si nosotros apartamos la mirada del telediario, qué no harán nuestros gobiernos...