¿Cómo te lo puedes pasar tan bien viendo una película de animación digital? Hace años este era un género casi vetado para los adultos en donde los niños disfrutaban de los clásicos y los padres se dormían en las salas de cine. La llegada de Pixar marcó un cambio de rumbo y su mayor éxito (incontestable en cuanto a crítica y público) sin duda ha sido ‘Buscando a Nemo’. La odisea de Marlín en busca de su hijo, recorriendo océanos para encontrarle, ayudado de la amnésica Dory, es una aventura que hoy en día nos sigue gustando recordar.

Hilando perfectamente su argumento con el de la predecesora, ‘Buscando a Dory’ traslada la acción un año después de los acontecimientos de la anterior película. Ahora es la amnésica Dory, la robaescenas de la anterior, la auténtica protagonista. Quizás Pixar no podía dejar escapar la oportunidad de explotar un personaje que daba tanto juego y que resulta tan sumamente divertido.

La historia transcurre como un bonito y entrañable reencuentro con viejos amigos. Hay acción, hay tensión, hay risas, hay… hay tiempo para todo. ‘Buscando a Dory’ en su hora y media corta de duración explota al máximo los recursos y mundo de la anterior cinta y vuelve a demostrar que sigue al día en cuanto a su nivel de animación.

Se la pueden encontrar pegas, como cierta similitud con las cintas de ‘Toy Story’ o que la parte que envuelve a Marlín y Nemo no tiene tanta chicha lo que la sitúa por debajo de su predecesora. Pero incuestionablemente es una película que disfrutarás, como disfrutaste en su momento de ‘Buscando a Nemo’.

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