Después de "Sicario", llega a las carteleras españolas uno de los films más atractivos que se pudieron ver en el festival de Cannes, además de en el certamen de Sevilla y que parte como una de las favoritas en los premios del cine europeo. Yorgos Lanthimos es uno de los directores que crea un mundo singular e impactante. Después de sorprender y ser finalista al Oscar con "Canino" y de "Alps", su última película está ambientada en un mundo en el que los solteros son confinados a un hotel donde deben encontrar pareja antes de unos días, sino serán convertidos en el animal que elijan. Para ganar más tiempo, salen de caza y pueden disparar a otros compañeros. Hasta ese lugar es llevado un hombre (Colin Farrell) con su perro (que en realidad fue su hermano muerto), el único del que conocemos su nombre: David. Conoce a unos compañeros y se da cuenta (gracias al personaje de Ben Wishaw) que si quiere conseguir una pareja, puede fingir sentir amor con una mujer. La película tiene una voz en off que si se conoce en su versión original o doblada, podemos saber de qué intérprete se trata y que explica su historia con el protagonista. Puede dividirse en dos partes diferenciadas. La primera y más lograda se localiza en el hotel, donde vemos las reglas que lo rigen, hay momentos de ironía y notables escenas (como la de la piscina con Wishaw, que conoce a una chica). Después de unos hechos, en la segunda parte el desarrollo se traslada a un bosque donde están los rebeldes. El espectador puede ver sus mecanismos y darse cuenta que acaban viviendo también sin libertad como los que están en el hotel. Esta parte es un poco irregular, intenta crear poesía y cuenta una historia de amor prohibida pero en la que la pareja asume sacrificios y lucha para seguir juntos. Este aspecto amoroso es lo más cerca que ha estado Lanthimos en contar un amor que tiene sus peculiaridades, ya que cada uno de los dos debe tener unas características iguales, como por ejemplo ser miopes, algo que llevará a consecuencias graves.
En conjunto "Langosta" es un film que consigue lo que se propone: incomodar al espectador, sorprenderle en los rasgos de su mundo y dejarle en algunas escenas con la sensación de media sonrisa o malestar. Esta coproducción entre Grecia, Reino Unido y otros países europeos y la primera película rodada en inglés del director griego es una parábola social que parte de cómo los solteros pueden ser mal vistos en la sociedad. Creo que el recurso de la voz en off de un personaje que no aparece hasta la mitad del metraje puede ser atractivo pero lo que cuenta a veces es redundante porque ya lo vemos en pantalla y pierde sutilidad. La fotografía es adecuada y en la banda sonora hay ciertos momentos asociados al peligro y el malestar.
El reparto de actores hace un buen trabajo. Colin Farrell hace uno de sus mejores papeles y su rostro es el adecuado en su personaje. Rachel Weisz está tan bien como siempre; al principio pensé que era sobrevalorada su nominación a los premios del cine europeo por este film, (también está en "La juventud" de Sorrentino) pero su personaje es sufrido. Ben Wishaw es uno de los mejores actores de su generación, su personaje de cojo a priori debería despertar buenas sensaciones pero no es así. Olivia Colman sorprende como la directora del hotel en un papel implacable que le ha dado un premio del cine independiente británico. Léa Seydoux tiene un rostro duro como la fuerte líder en en bosque y John C. Reilly como compañero en el hotel tiene un punto cómico por su ceceo. En definitiva, esta es una interesante, extraña y original propuesta, aunque no redonda y por debajo de "Canino", que demuestra que Lanthimos es una de las voces más singulares del cine europeo.

Valoración: 8
Lo mejor: la primera parte en el hotel, las sensaciones que despierta y el atractivo reparto de actores.
Lo peor: es un poco redundante y la historia acaba siendo más convencional.

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