Disfrutar del momento, que no es más que una oportunidad de disfrutar con aquellas personas que amamos, el cine tiene esa cualidad, nos permite viajar a través de la imaginación y dar la mágica experiencia de presenciar “In situ” de grandes y bellas historias de amor; como es el arte por excelencia del siglo XX, como es la representación de muchos sentimientos y maravillas, las buenas películas nos permiten disfrutar un momento y convertirlo en una oportunidad de soñar en un mundo distinto; la recreación poética de una historia de amor a lo largo del tiempo, donde cada 15 Julio es la puesta relativa de una constelación de sentimientos y pura belleza existencial de dos protagonistas que más que estar actuando en la gran pantalla derrochaban de una química de aquellos tiempos memoriales; a la final como todo buen trabajo el resultado es un producto bastante placentero y el placer nada científico sino todo poético, aquello que no es necesario dar explicaciones con fórmulas matemáticas ni conceptos abstractos, solo poesía y magia.

“One Day” es la bella, linda y poética (como toda historia de amor) de Dexter (Jim Sturgess) y Emma (Anne Hathaway) donde se muestra todas sus aventuras a lo largo de la relatividad de esa magnitud que llamamos tiempo, ella inteligente y soñadora, bella y apenada, luchadora y emprendedora encarna en su personaje una aura de la más pura inocencia de aquel y mágico amor verdadero, donde solo ante los ojos del espectador queda deleitarnos por la dulzura de un papel tan cálido como intenso, brillantemente interpretado por Hathaway Emma es uno de esos personajes por los cual nosotros amamos la pantalla grande y hacen de estas historias algo mucho más que palabras; Dexter un muchacho rico de alta sociedad, impulsivo y desordenado, se enamora perdidamente de ella, claramente el amor no reconoce credos, religiones ni estratos sociales, por más diferentes que parezcan es pura poesía, no ciencia; dos mundos totalmente diferentes pero como cargas diferentes se atraen, siempre estuvieron condenados a vivir algo más que una amistad; como el viejo continente como contexto y paisaje para nuestros queridos protagonistas, es el escenario idílico para que derrochen una química sencillamente espectacular.

Brillantes interpretaciones, guion medido y correcto, poético en más de un sentido y en más de un momento, Banda Sonora espectacular sumado a una gran historia completan una película sencillamente espectacular, de aquellas historia de amor que no queda más que el deleite de una historia cálida y placentera donde la poesía es más que ciencia, es placer y amor, contemplación pura de una fotografía que recordare por siempre, aquella inocencia de Emma y aquel impulso de Dexter.