Me quedo asombrado, y decepcionado, al ver la puntuación general que Filmaffinity da a esta obra, claramente infravalorada, y también me sorprenden algunas de las críticas que se han escrito aquí sobre este film. Un film que, por lo que veo, aturde, desconcierta, sorprende, divierte, y no deja indiferente...En fin, las características que una gran película -que una gran película del tipo del que se trata aquí, al menos- ha de tener.

La saga de Chucky, el muñeco asesino, siempre ha sido interesante y entretenida, pero, desde la sorpresa de la primera entrega, las dos siguientes fueron decayendo un poco. Sin embargo, esta cuarta entrega hace que el nivel y el interés suban mucho, en lo que sin duda tienen que ver la aparición de una portentosa Jennifer Tilly y la muñeca a la que da vida. En suma, el personaje de Tiffany, tan excesivo, tan del cine de John Waters, ya sea en cuerpo humano -y qué cuerpo- como en forma de muñeca -y qué muñeca-, da una nueva vida a la saga.

"La novia de Chucky" es una divertida, sangrienta y grotesca comedia de terror sobrenatural que se ríe de todo, desde las "road-movie" hasta las parejas de criminales/asesinos tan típicas del cine USA, tipo "El demonio de las armas" (Gun Crazy, 1950), de Joseph H. Lewis, "Bonnie y Clyde" (Bonnie and Clyde, 1967), de Arthur Penn, etc. El homenaje que se hace a "La novia de Frankenstein" (Bride of Frankenstein, 1935), de James Whale, es divertido, lógico,coherente y bien traído. El paralelismo que se marca entre la pareja de muñecos y la pareja de novios de carne y hueso es divertido, grotesco, sarcástico y un poco inquietante. El final parece preludiar la siguiente entrega, "La semilla de Chucky" (Seed of Chucky, 2004), de Don Mancini, otro genial delirio.