"La extraña mujer" es ya el tercer largometraje que he logrado ver de un cineasta tan interesante, y tan poco conocido -y del que, por desgracia, es tan difícil ver sus películas- como Edgar G. Ulmer, después de haber visto dos obras suyas tan extrañas, y tan estimulantes, como "Detour" (1945) y "The Man from Planet X" (1951).

Para mi sorpresa, "La extraña mujer" me ha decepcionado. Es sólo una película correcta, un apasionado melodrama de época, que sitúa la acción en la pequeña ciudad de Bangor (estado de Maine, Nordeste de los Estados Unidos de América) durante el siglo XIX, y trata acerca de una mujer hermosa y manipuladora que no parará en nada con tal de ascender socialmente, y adquirir poder y riqueza.

Hedy Lamarr, una actriz muy bella, pone de su parte todo lo que puede, y consigue una estupenda interpretación, llena de matices. Por otro lado, Louis Hayward y George Sanders también destacan por sus buenas interpretaciones. Pero...da la impresión de que Ulmer no consigue trascender un guión convencional, con un final muy convencional. Y da la impresión de que, contando quizá con un presupuesto más grande que en otros largometrajes firmados por él, Ulmer tiene aquí menos libertad de acción, menos margen para demostrar su talento.