Pongámonos en situación. Últimamente todo son penas, crisis y mal tiempo. Ayer salí hecho polvo del trabajo y nos metimos en el cine. ¿Drama? No. ¿Ciencia Ficción? Menos aún. Nos quedaba lo de echarnos unas risas y lo único que encontramos fue Tensión Sexual No Resuelta. Entré con miedo y salí encantado. La película ofrece lo que promete: 90 minutos (bueno, 85, porque el comienzo es flojo) de líos, enredos, chistes (algunos normales, otros muy buenos), actores que cumplen con su tarea con oficio, un enorme Adam Jezierski que quiere ser dictador y Joaquín Reyes, como siempre, para alegrate el día. Amaia Salamanca hace de pécora con gracia, Norma está increíble y Pilar Rubio está ahí porque tiene que estar (al final, todo se destapa)
El argumento es una hilvanación de encuentros y desencuentros donde nada es lo que parece. Hay sexo, pero sobre todo hay chistes y mucha acción. Salvo esos primeros minutos, la película te entretiene y te atrapa. Es una comedia, romántica a ratos, gamberra muchos otros... y muy divertida. Incluso para un treintañero harto de trabajar como uno mismo.
El cine español necesita pelis como esta.