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Voto de El Tito Mel:
8
Bélico. Drama Guerra de Vietnam. Recién incorporado a su pelotón, en la jungla vietnamita, el soldado Eriksson (Michael J. Fox) es testigo de un crimen brutal cometido por sus compañeros. Incapaz de permanecer al margen, se enfrentará al resto del pelotón, pero sobre todo al sargento Tony Meserve (Sean Penn), un hombre enérgico y carismático pero desquiciado por el horror y la brutalidad de la guerra. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La infausta experiencia americana en Vietnam marcó para el cine el gran boom del subgénero anti-bélico. Hasta entonces, la perspectiva del cine bélico solía ser heroica o, como mucho, de antihéroes, pero el contenido siempre estaba más ligado al propio militarismo que al drama humano que subyace de él. Tras Vietnam comenzaron a llover películas que reflejaban cómo la hasta entonces ingenua sociedad americana había aprendido la realidad del horror de la guerra. "Corazones de hierro" es una de las que mejor lo consigue.

Recuerdo un diálogo de Pacino en "Esencia de mujer", donde interpretaba a un veterano que había quedado ciego en la guerra, que decía así: "He visto a chicos con los brazos arrancados, con las piernas destrozadas, pero no hay nada como la visión de un espíritu amputado, no hay prótesis para eso." Y de eso trata esta película basada en un suceso real (el incidente de la colina 192, para quien lo quiera buscar). A lo largo de la película, el personaje de Fox se da de bruces con muchas personas que intenta justificar lo injustificable con diversos argumentos. Uno de ellos le dice que esos soldados la cagaron, pero que son chicos de 20 años a los que han sacado a rastras de su casa para mandarlos a un infierno de tortura física y emocional.

Efectivamente, esta película la protagonizan cinco jóvenes que se encuentran ante una encrucijada. Dos de ellos, los que llevan más tiempo, han sido completamente carcomidos por la experiencia diaria de salir a la jungla todas las mañanas a vivir la muerte y la destrucción, son la viva imagen de un espíritu amputado, corroído por el rencor, que explota finalmente en un episodio de violencia sádica con el que pretendían fútilmente sacar ese veneno que llevaban dentro. Otro es el polo opuesto, un novato recién llegado, aún libre de ese veneno, aún racional, que no comprende nada de lo que ocurre a su alrededor y lucha por evitar convertirse en una bestia más de aquella jungla. Los otros dos restantes chicos tienen una experiencia intermedia, la suficiente como para haber perdido cierta humanidad pero insuficiente como para no seguir cagados de miedo, y es ese miedo, a la presión, al ridículo, a la deslealtad, lo que les lleva a tomar el camino oscuro en su encrucijada.

Como reza el grabado de Goya, "el sueño de la razón produce monstruos". Y eso me retrotrae a un episodio de "El Ala Oeste" donde se trata el tema del terrorismo islámico intentando analizar el por qué hacen esas cosas: "No nacieron así". Ninguno de estos cinco chicos nació así y eso es algo que se nos explica de forma no verbal en la introducción y de forma verbal en el último tercio. Esa diatriba encuentra un momento de luminosa inspiración en la escena en que el personaje de Fox comparte lo sucedido con un amigo de otro escuadrón. Cuando creemos que lo que hacemos ya no importa es cuando deberíamos tener más cuidado con lo que hacemos. Quizá sea una reflexión ingenua en ese contexto, pero no por ingenua deja de ser acertada y valiosa.

Hay pocas cosas que alejen a este film de estar al mismo nivel que las mayores obras maestras de la Guerra de Vietnam como Apocalypse Now, El cazador, La chaqueta metálica, etc... Lo que más le puedo achacar a esta película es que tengo tan claro que es una muy buena película como claro tengo que podría ser mejor. Me explico. Creo que se acierta al tratar la historia como un efecto de la guerra y no simplemente gente mala haciendo cosas malas, se sitúa bien a los personajes, sus contextos... Todo eso está bien, pero podría estar mejor. Se podría haber ido un poco más allá y la película, cuyo tratamiento no es plano ni mucho menos, podría haber sido aún más profunda y compleja de lo que ya es. Por otra parte, el reparto está muy bien elegido, pero difiero un poco en que Sean Penn sea el que mejor está. Para mi es el que está más desatinado de todos, irregular, me da la sensación de que no termina de dar con el tono de su personaje. Me gusta mucho más Fox, que es una simbiosis perfecta del personaje al que encarna, y los otros chicos (Reilly, Leguizamo y Harvey) que dan todos en el clavo de sus respectivos perfiles. Así pues, tiene cosillas que están en primer plano de la obra y que se podrían haber mejorado.

Yendo ya a lo que es el aspecto formal de la película, creo que es una de las mejor facturadas de De Palma. Está bellamente fotografiada y es una de las obras de su autor donde mejor se unifica el virtuosismo a la hora de elegir ángulos de cámara y distribución del cuadro con la manera en que esas decisiones sirven a la narrativa de las escenas. Ya conocíamos el truquito de dividir la pantalla en dos para enfocar en primer término a un protagonista y en segundo término algo que está sucediendo detrás de él, también en foco. La obsesión de De Palma por la perspectiva completa, adquiere más valor narrativo aquí que en ninguna otra película donde lo hiciese antes.

Y no me gustaría acabar sin hacer mención especial a la banda sonora de Ennio Morricone. Pese a que es uno de mis compositores favoritos de todos los tiempos, a menudo en sus últimos años ha reciclado mucho de lo hecho en obras anteriores, de manera que sus bandas sonoras parecen remixes de las de otros filmes suyos. Aquí, sin embargo, nos encontramos ante una de sus composiciones más únicas. Es cierto que ciertos pasajes recuerdan a otros de La Misión, pero son remembranzas, la estructura central es totalmente original para esta película y me parece una de las mejores composiciones del maestro italiano. Bellísima e inolvidable. A mi personalmente me cala muy hondo y me ayuda a que la propia historia me llegue dentro. De hecho, es que ya solo por la música recomendaría la película.

Nota: 8,5
El Tito Mel
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