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Voto de El Tito Mel:
8
Ciencia ficción. Thriller. Acción Tras ver cómo su mujer es asesinada tras un accidente que le deja parapléjico, un hombre se somete a una operación que le permite volver a caminar para así poder vengar a su esposa. (FILMAFFINITY)

6 de febrero de 2019
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía mucho tiempo que no veía una película que se pudiese convertir en un clásico de culto de forma tan inmediata como esta obra cumbre de Leigh Whannell (guionista de las sagas Saw e Insidious y colaborador habitual de la referencia moderna del cine de terror; James Wan).

La película lo tiene todo, absolutamente todo, para que los que nos hemos criado con el cine de acción scifi ochentero la disfrutemos como un enano. De hecho, parece el sueño hecho realidad de un fan de ese cine de otra época, Whannell tiene la edad para haber mamado esa generación y se nota que aquí ha querido plasmar en pantalla sus flipadas de fan de películas como Terminator o Soldado universal, de las que bebe mucho a nivel guión, o del estilo visual de tipos ya olvidados Cliver Barker (Hellraiser) o el primer Cronenberg (el de Scanners y otras cintas de culto). Incluso su gore está más cerca de la platicidad ochentera de artesanos como Tom Savini. Y eso que está ambientada en un futuro aséptico donde la tecnología punta nos ha convertido casi en meros huéspedes de las inteligencias artificiales.

Y de eso último va la cosa, porque uno no puede evitar pensar que esta es la película que debería haber sido Venom. Stem, la inteligencia artificial que interactúa con el protagonista, que primero lo mejora y luego trata de dominarlo, es la mejor adaptación del simbionte que jamás se haya llevado al cine, pese a que no lleve ni su nombre ni su apariencia. ¿En qué lugar deja eso a los productores de la franquicia de Sony? Si encima le añadimos que el actor de esta peli parece el hermano gemelo de Tom Hardy e incluso parece esforzarse por imitar sus dejes, ya tenemos hasta superestrella carismática a la cabeza del cartel, y aunque sea en versión marca blanca casi diría que funciona mejor Marshall-Green haciendo de Hardy aquí, que el propio Hardy en Venom.

La peli es un poco como su prota, un tío a la antigua usanza que se niega a aceptar la artificiosidad de los nuevos tiempos pero se sirve de sus armas para conseguir lo que quiere. Esta peli es puro años 80 incluso en su concepción visual, pero recoge las justas y necesarias armas de la tecnología cinematográfica actual para darle un empaque perfecto. Vamos a ver tíos sacarse instrumental de los músculos como si fuese Videodrome (cuánto hay del Cronenberg ochentero en este peli, madre mía...) y a la vez un diseño moderno con efectos especiales genialmente integrados. El guión en el fondo no es gran cosa, la típica historia de venganza ya mil veces vista, pero su ritmo trepidante, el acierto del casting y sobre todo el buen hacer con el que está creada hacen de esta peli un clásico que casi parece haberse escapado de otra época. Una peli para ponerla en la estantería junto a Robocop, Desafío total y otras joyas imperecederas de otro tiempo.

Solo con todas esas referencias que he soltado y que están muy presentes en el visionado de este peliculón ya debeis tener claro que no podeis pasar ni un segundo más sin ver Upgrade. Y no solo a los ochentero-adictos sino a los más jovenes también, no puedes jugar a Deus Ex y que no te flipe esta peli. De hecho, ahora que lo pienso, también tiene mucho de videojuego. Madre mía, cuantas fuentes; cultura del cine de acción scifi ochentero, cultura del comic, cultura de videojuegos... ¿Qué más queréis?
El Tito Mel
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