El protagonista se vende al mejor postor, no estamos acostumbrados a ver a Tom Cruise haciendo de antihéroe, y creo que lo borda. El protagonista es un piloto cansado de su rutina haciendo vuelos comerciales de un lado a otro y tiene la oportunidad de trabajar para la CIA, poco a poco se va embarrando y se ve inmerso en situaciones más complicadas con trafico de drogas de por medio, trabajando a dos bandas o a tres si hace falta. Es una película de acción pero a la vez un biopic con toques de comedia y tensión a partes iguales. En todo momento mantiene el interés por saber que va a pasar a continuación. Me ha recordado a la tónica que seguía breaking bad, los personajes cada vez en situaciones más complicadas y metidos en el barro hasta el cuello. Me ha gustado bastante, sus casi dos horas de duración no se hacen excesivas. Muy recomendable para los que les guste el cine de acción.