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Voto de manulynk:
20.929
Acción. Thriller
Tras un accidente en el que sólo consiguió salvar la vida del Presidente Asher (Aaron Eckhart), el agente del Servicio Secreto Mike Banning (Gerard Butler) decide dejar su puesto para trabajar en el Departamento del Tesoro. Pero, cuando un comando norcoreano liderado por Kang (Rick Yune) ataca la Casa Blanca y toma como rehenes al Presidente y a su equipo, Banning se verá obligado a entrar de nuevo en acción. (FILMAFFINITY)
12 de enero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador Antoine Fuqua, es el encargado de esta cinta que fabula acerca de una conspiración extranjera que se hace con el control de la Casa Blanca y del "líder del mundo libre".
En estas dos líneas prácticamente se puede condensar el argumento de un film que tiene una clara vocación de presentarse como cinta de acción y entretenimiento. Aunque el campo de batalla sea un lugar sagrado para los norteamericanos. De hecho, el título original es mucho más apropiado ("Olympus has fallen"). Al margen de las escenas espectaculares, peleas, matanzas y destrucción de la Casa Blanca, el film evidencia lo que ha supuesto para el pueblo norteamericano el ataque a las Torres Gemelas. Así como el Vietnam aparecía de una forma o de otra en la mayoría de tramas, en especial las de acción, las referencias al ataque de Al-Qaeda se hacen claramente visibles a lo largo del metraje, incluso hay referencias explícitas en especial en alguna secuencia aérea. Fuqua sabe sacar partido de las cicatrices dejadas por el atentado, y el contínuo estado de miedo en que vive la sociedad norteamericana, siempre temerosos de sufrir un nuevo ataque.
En esta ocasión, son los norcoreanos los malos de la película. En realidad, después de los talibanes son los únicos malos en condiciones de dar miedo. Frente a ellos, al que le toca en turno ser el presidente de la nación es a Aaron Eckhart, y mantener viva la antorcha de la libertad y los valores del pueblo norteamericano. Mientras, el héroe solitario de turno es Mike Banning (Gerard Butler), antiguo miembro del equipo de seguridad del presidente y única esperanza de liberarlo.
Fuqua se inspira claramente en el "actioner" de los años 80 y 90, actualizándolo debidamente a la era digital, ofreciéndonos un film con mucha acción y violencia, tan espectacular como inverosímil, pero con el que consigue entreternos aunque sea a base de hacer mucho ruido. Tanto que al final todo queda diluido, incluyendo las convincentes composiciones de Eckhart y sobre todo de Butler, el cual pese a sus incursiones en la comedia romática, demuestra que es mucho más convincente en films de acción.
No faltan las consabidas dosis de patriotismo, aunque Fuqua no carga excesivamente las tintas en ese sentido, lo cual es de agradecer, casi tanto como ver el Olimpo/Casa Blanca hecho unos zorros.
En estas dos líneas prácticamente se puede condensar el argumento de un film que tiene una clara vocación de presentarse como cinta de acción y entretenimiento. Aunque el campo de batalla sea un lugar sagrado para los norteamericanos. De hecho, el título original es mucho más apropiado ("Olympus has fallen"). Al margen de las escenas espectaculares, peleas, matanzas y destrucción de la Casa Blanca, el film evidencia lo que ha supuesto para el pueblo norteamericano el ataque a las Torres Gemelas. Así como el Vietnam aparecía de una forma o de otra en la mayoría de tramas, en especial las de acción, las referencias al ataque de Al-Qaeda se hacen claramente visibles a lo largo del metraje, incluso hay referencias explícitas en especial en alguna secuencia aérea. Fuqua sabe sacar partido de las cicatrices dejadas por el atentado, y el contínuo estado de miedo en que vive la sociedad norteamericana, siempre temerosos de sufrir un nuevo ataque.
En esta ocasión, son los norcoreanos los malos de la película. En realidad, después de los talibanes son los únicos malos en condiciones de dar miedo. Frente a ellos, al que le toca en turno ser el presidente de la nación es a Aaron Eckhart, y mantener viva la antorcha de la libertad y los valores del pueblo norteamericano. Mientras, el héroe solitario de turno es Mike Banning (Gerard Butler), antiguo miembro del equipo de seguridad del presidente y única esperanza de liberarlo.
Fuqua se inspira claramente en el "actioner" de los años 80 y 90, actualizándolo debidamente a la era digital, ofreciéndonos un film con mucha acción y violencia, tan espectacular como inverosímil, pero con el que consigue entreternos aunque sea a base de hacer mucho ruido. Tanto que al final todo queda diluido, incluyendo las convincentes composiciones de Eckhart y sobre todo de Butler, el cual pese a sus incursiones en la comedia romática, demuestra que es mucho más convincente en films de acción.
No faltan las consabidas dosis de patriotismo, aunque Fuqua no carga excesivamente las tintas en ese sentido, lo cual es de agradecer, casi tanto como ver el Olimpo/Casa Blanca hecho unos zorros.
