Comedia dirigida por Frank Capra, el cual a su vez se basó en una obra de teatro. El film se centra en Mortimer Brewster (Cary Grant), al cual le suceden todo tipo de acontecimientos (desde prometerse en matrimonio, hasta descubrir el "hobby" de sus ancianas tías, pasando por volver a ver a su hermano, después de muchos años).

A pesar que Capra se movió en parajes cercanos a la comedia, ésta fue de las pocas películas que dirigió Frank Capra que se pueda considerar como tal. El film tiene un punto de partida simple, que hace pensar que vamos a ver una historia de amor entre un solterón recalcitrante, Mortimer, y Elaine (Priscilla Lane).

Sin embargo, a medida que avanza el metraje, la historia de irá enredando cada vez, grácias a los personajes que se irán incorporando paulatinamente, como el de las dos tías de Mortimer, Abby (Josephine Hull) y Martha (Jean Aday), o su hermano Jonathan (Raymond Massey), junto con el tan peculiar como siniestro dóctor Einstein (Peter Lorre), enredando la trama hasta llegar a rozar lo absurdo.

El film es una sucesión de "gags", cuyo tono va subiendo hacia casi lo irreal, siendo el personaje principal del film, Mortimer, el centro y la diana de destino de todos los gags. De hecho, si bien prácticamente todos los personajes del film están caricaturizados, el de Cary Grant lo está incluso en el exceso, sobretodo hacia el final del film, después de habernos mostrado un amplico catálogo de muecas, gestos y tics, tremendamente exagerado. La planificación de la película es perfecta, haciendo aparecer un personaje detrás de otro, un suceso de tras de otro, a un ritmo cada vez mayor.

Sin embargo, Capra no consigue evadirse totalmente del origen teatral del film, a pesar del ritmo "in crescendo" en que se van sucediendo las situaciones que nos va planteando. Mención especial para el gran reparto, en que todos están estupendos, y sobretodo para la voluntariosa interpretación de Cary Grant, la cual acaba resultando un tanto excesiva y exagerada (posiblemente la interpretación con más muecas de la historia del cine sin ayudas digitales).

Es cierto que el film alcanza momentos brillantes, sobretodo en su arranque, y situaciones puntuales (como cuando Mortimer descubre el "hobby" de sus ancianas tías), sin embargo, Capra no consigue mantener el nivel durante todo el metraje. Por otro lado, no hay duda que el tiempo ha sido bastante injusto con esta película, haciéndola envejercer excesivamente, como a casi todas las películas del director, quizás por la excesiva carga almibarada y moralizante que se esconden detrás de las películas.

De todas formas, no deja de ser una comedia entretenida a ratos y divertida la mayor parte del tiempo, construida con un vertiginoso ritmo, y unos brillantes diálogos, en los que, el director consigue tocar con ligereza temas que aún hoy en día son escabrosos e incluso polémicos como es la eutanasia.