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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
8
Intriga Un sacerdote escucha la confesión de un criminal. Cuando las circunstancias implican al cura, y las sospechas de la policía recaen sobre él, entonces tendrá que afrontar una espinosa situación: no puede contar lo que sabe; tiene, pues, que encubrir al culpable porque está obligado a respetar el secreto de confesión. (FILMAFFINITY)
20 de noviembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confesémonos, en esta película nos importa un pimiento el crimen que se comete, el asesino que lo ejecuta, la mujer involucrada e incluso la investigación que se realiza.
En esta película lo que de verdad nos interesa es la reacción de Monty, qué va a hacer, cómo va a gestionar la información que tiene, si va a resistir la tentación, si su ética le va a sostener o no.
Confesémonos, eso es lo que nos inquieta porque nos resulta difícil de creer. El secreto de confesión podrá ser una mordaza muy potente para muchos sacerdotes que lo practican movidos por su fe y sentido de la ética pero llevados hasta las últimas consecuencias, no tengo duda que muchos de ellos sucumbirían.

Hitchcock lo sabe y por eso presenta la situación de la forma más desesperada e irónica posible.
Monty no sólo se tiene que hacer cómplice de un delito sino que, además, el principal acusado va a ser él.
Y para más inri, el hombre al que protege y del que guarda su secreto es el ser más mezquino, cobarde y despreciable de la Tierra. Hasta al más valeroso de los hombres le sería difícil resistir las reiteradas provocaciones que ese hombre le lanza.
Este es el verdadero reto, la titánica lucha, el silencioso heroísmo del hombre que ha de enfrentarse a sí mismo para defender sus principios. No hay nada más difícil de lograr y superar, sobre todo teniendo en cuenta que la claudicación y la rendición nadie podría reprochárselo, sólo él podría hacerlo.
Monty no es como aquel personaje de Groucho que afirmaba "Si no le gustan mis principios tengo otros". El es consecuente hasta el final y he ahí donde radica la grandeza de este film, nosotros también lo sabemos por eso nos vamos a sumir en la inquietud al darnos cuenta que ese hombre no tiene escapatoria porque está acorralado en la solidez de sus ideas.
Una intriga exquisita y unas interpretaciones encomiables. Malden, Baxter y, sobre todo, Monty nos van a encandilar en sus papeles. Otro punto va para el asesino. !Cómo me cabrea ese hombre!
Una vez más un falso culpable pero esta vez uno dispuesto a inmolarse, a no colaborar, a dejar que todas las culpas recaigan sobre él.
¿Conseguirá salir del atolladero?. Y en ese caso...¿Cómo?
Yo no puedo decíroslo. Estoy atado por el secreto de confesión. Pero si ven esta película conseguirán averiguarlo.
Izeta
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