Supongo que a todos os habrá pasado, a la hora de tratar de valorar cualquier film, que si la miráis con objetividad, no podéis evitar reconocer que habéis visto una buena película pero cuando vais a votarla con el corazón, esa misma película baja unos cuantos puestos en vuestra escala.
Pues eso me pasa a mí con este film. Reconozco que es una peli con una historia muy certera y atinada acerca de los problemas de comunicación y afecto que se dan en una familia rota por la tragedia, en el que los integrantes tratan de superar el dolor cada uno a su modo, ignorantes e inconscientes del dolor que infligen a los demás.
Sí. La verdad es que es un análisis muy certero, con muy buenas interpretaciones y un guion fabuloso.
El tema, el psicoanálisis a que se somete un adolescente después de haber sobrevivido a un intento de suicidio por el trauma originado por la muerte de su hermano, servirá de detonante para que Redford en su debut cinematográfico, nos vaya dando a conocer las diferentes personalidades de su familia y su intento por superar estas dos tragedias, dibujándolas con exquisito rigor y precisión, huyendo totalmente de sentimentalismos y exageraciones dramáticas.
Pero a mí no me ha dejado satisfecho. No dudo de que esta película será muy alabada y con razón, por todos los amantes de la psicología y la conducta humana, pero yo, sé que no voy a querer revisarla más.
No sabría decir por qué. No es por su ritmo que algunos aducen que es lento. A mí eso no me disgusta. Quizá sea por la cantidad de diálogos que tiene este film, que prácticamente no tiene nada más, por lo que se me ha hecho un poco tediosa.
O quizá sea por el tema en sí, que en los años 80 debió ser muy novedoso, ( terapia familiar), pero que hoy en día en nuestro entorno y hogares, estamos tan familiarizados con estos problemas u otros muchos más graves, que el estudio psicoanalítico de nuestros comportamientos, hábitos y represiones, hacen que esta película haya quedado algo obsoleta y hacen que con un sólo visionado tenga suficiente.
No lo sé vosotros, pero yo creo que podría coger cientos de casos de mi entorno incluida mi propia familia y contar historias de represión, traumas, debilidades, inseguridades, miedos, culpas, incomunicaciones y neurosis mucho más impactantes y dramáticas que la de esta película.
La figura del psiquiatra que en esa época todavía era una figura emergente, hoy está tan extendida y nos hemos hecho tan "expertos" en analizar a los demás, que no a nosotros mismos, que esta película me ha sabido a " déjá vu".
Por eso no puedo dar más nota a este film. No porque no crea que objetivamente lo merezca, sino porque desde mi subjetividad, prefiero otro tipo de películas que me muestren las cosas de otra manera.