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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
9
Comedia. Romance Un padre se enfrenta a uno de los momentos más naturales y temidos de su vida: la boda de su hija. Y los problemas no son sólo de índole sentimental: el abandono del hogar por parte de la chica; sino también de carácter económico: la organización de una costosa boda que lo traerá de cabeza. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agradable y blanca comedia, que inauguraría un verdadero aluvión de cintas de temática parecida que conformarían un auténtico subgénero que, todavía hoy, siguen copando las carteleras.
La boda de mi amigo, De boda en boda, La boda del hijo de mi prima, El novio de la novia, Mi amigo, mi novia y yo..
Todos los años, Hollywood nos bombardea con un montón de cintas, la gran mayoría desechables, acerca de los problemas y conflictos que generan los enlaces matrimoniales. Y que se siguen vendiendo muy bien, claro está, a pesar de que,casi todas, sean infumables.
Pero, en mi opinión, esta semilla es diferente.
Primeramente porque tiene un guion muy trabajado y perfectamente acorde con la realidad de lo que se cuenta.
Nos cuentan las tribulaciones de un padre de familia, burgués y acomodado, de los años 50, al que se le casa la hija y, con ello, todos los quebraderos de cabeza, tanto en el aspecto sentimental como en el material, que le traerá el enlace.
Teniendo en cuenta que esta cinta la protagoniza el gigante Spencer Tracy, uno de esos actorazos capaces de sostener casi en exlusiva un film con su sola actuación y que Minnelli, en esta ocasión, lo fía casi todo a la excelencia del guion y la interpretación de Tracy, tenemos una película llena de estupendas reflexiones, con bastante ironía, del papel que un sufrido padre debe adoptar cuando llega el fatídico momento en que tu hija querida, se echa un novio y te encuentras con que has sido desplazado de tu trono de un plumazo.
Y no quiero decir con ésto, que sus compañeros de reparto sobren ( Liz Taylo está bellísima, Joan Bennet también está muy bien...), tan sólo apuntar que Tracy, en su característico registro de hombre maduro, sensato, inteligente y práctico, hace la perfecta encarnación de ese padre que todos conocemos y al que todos identificaremos, sin sombra de exageración ni bufonadas.
Y como no creo que esta cinta haya quedado obsoleta, a pesar del tiempo transcurrido, la recomiendo vivamente como casi la única de su subgénero que merece la pena ver.
Porque sí, las costumbres han cambiado, pero no tanto como suponemos o queremos creer.
Conocer al novio de nuestra niña, genera en nosotros el mismo temor que antaño. A ver quién c..o se la merece o cómo la va a tratar.
Conocer a nuestros consuegros y tratar de congeniar con ellos haciéndoles la pelota, ídem de lo mismo.
Y no digamos de la mierda de la boda, si la hubiere, o si no, de los múltiples gastos que ocasionan porque hay que tratar de ayudarles con la entrada de la vivienda o el coche o los nietos o prepararles la comida porque ellos no saben ni hacerse unos spaguetti.
En fin. Que en alguna ocasión de nuestras vidas seremos el padre de la novia y creo, que esta película refleja muy bien el sentir de ese padre.
Decir, por último, que en mi opinión personal la versión que protagoniza Steve Martin no le llega a ésta ni a la suela de los zapatos. Lo siento mucho Martin, pero Tracy, era mucho Tracy y Minnelli también.
Izeta
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