Creo que esta película es una mezcla de dos géneros incompatibles: el drama y el terror. El drama, porque nos presentan a un hombre mayor y apático (Jack Nicholson) con unas perspectivas poco halagüeñas por delante (una esposa infiel, el despido, etc.), el clásico antihéroe cuya vida da un vuelco al ser mordido por un lobo y al conocer a la típica chica que muchos hombres maduros quisieran para sí: joven y rubia, nada más y nada menos que Michelle Pfeiffer.
A este manido argumento que recuerda a la típica americanada del chico feo del instituto que sueña con que la animadora del equipo de fútbol se fije en él y al final lo consigue, han pretendido darle un aire de película de miedo, con el tema del Hombre Lobo... Y el resultado es este bodrio desestructurado y muy, muy deprimente. Cuando pienso en esta película, veo a un Jack Nicholson envejecido y trasnochado, que no encaja bien con el típico protagonista de una película de Hombres Lobos.