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Mauricio (Isla) Mauricio (Isla) · Vheissu
Voto de Jean Ra:
5
Drama Cecilia (Ingrid Thulin) sufre una hemorragia interna cuando sólo lleva tres meses de embarazo. En la habitación del hospital conoce a Stina (Eva Dahlbeck), cuyo bebé nacerá con retraso, y a Hjördis (Bibi Andersson), que espera un hijo ilegítimo y ha intentado abortar. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2012
2 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La gravedad es una constante que predomina en la filmografía de Bergman. Dada la cantidad de películas que producía anualmente (en la década de los 50, sin contar sus funciones teatrales, solía hacer de una a tres obras), algunas le tenían que salir mejores y otras peores. Cuando le salía bien parece un juez tenebroso y estricto, cuando fallaba simplemente parece neurótico y pesado. Para mí "En el umbral de la vida" está entre sus fallos. No veo en ella complejidad emocional, más bien personajes bidimensionales pues Bergman apenas si es capaz de sacarlos de sus aflicciones y siempre parecen estar dando vueltas en torno a lo mismo, como si no fuera posible otro tema, de forma que terminan por resultar obsesivos e indigestos. Además, el hecho que la película transcurra en tan limitados espacios tampoco ayuda a rebajar la sensación de monotonía. Pero está claro que el epicentro de esa antipatía que la película me despierta está que entre tanta jeremiada pretendidamente íntima y delicada no se proyecta sensación de conocimiento, tan sólo melodrama, y por lo tanto acabé por pensar que estaba viendo a un grupo de egotistas desvariando a placer. Tan desequilibrada la encuentro que casi me parece filmada por Fassbinder.

Para colmo de males, el personaje que ha de ejercer de contraste, la mujer teóricamente más optimista y luminosa, me suena falsa tanto en sus parlamentos como en la misma actuación de la fea actriz que le da vida. Noto que Bergman la pone en pantalla sin creer de verdad en ella y por eso no funciona.

No veo por lo tanto al autor que acierta a evidenciar los excesos de severidad del carácter luterano como luego hizo en "Fanny y Alexander" o el gran perfilador psicológico de "Sonata de otoño" o "Cara a Cara", sino a ese icono de la pesadez tan condenado por sus inquisidores. Así que, si alguien está pensando en ver una buena obra del cineasta sueco, lo mejor es que siga buscando o si desea encontrar una agradable reflexión sobre la maternidad, pues lo mismo. Sólo se la recomiendo a gente con ganas de oír gimotear en sueco o que guste de ver a actores en bata.
Jean Ra
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