El anuncio de una nueva película de Tarantino es algo que, en menor o mayor medida, llama la atención. Y no es para menos viendo el historial de buenas obras que tiene en su haber.
Sin embargo, en "Los odiosos ocho", al menos en mi opinión, ocurre lo peor que le puede pasar a una película: que sea larga y que se note.

"Malditos bastardos" y "Django desencadenado" eran películas de duración similar a esta pero plenamente disfrutables, pero debo confesar que me quedé completamente dormido en la primera hora y media, cosa que no suele ocurrirme, y menos con una de Tarantino.

Un guión soporífero al que se pudo sacar más jugo y un mejor ritmo de haber acortado la película a dos horas y algo y haberla hecho más intensa e interesante.

Básicamente, el perfecto equilibrio entre narrativa - gore que ha caracterizado a Tarantino se ha tambaleado a lo segundo restándole calidad a lo primero.

Un regreso por la puerta grande con Uma Thurman en alguna de las dos películas que le quedan al director (en teoría a la décima se retira), no estaría para nada mal, y así quitarnos el regusto agridulce que nos ha dejaso "Los odiosos ocho".