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Voto de Chris Jiménez:
9
Acción. Intriga Un submarino nuclear, al mando de un prestigioso general de la Unión Soviética (Connery), se interna en el Océano Atlántico con rumbo a los Estados Unidos. La CIA, que ignora si pretende atacarles o desertar de su país, encarga al agente Jack Ryan (Baldwin) que se ponga en contacto con él para saber sus verdaderas intenciones. Fue la primera entrega de una saga sobre las aventuras de Jack Ryan, el brillante analista y agente de la ... [+]
24 de julio de 2017
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El sonido de la osadía, la rebelión, la traición, la guerra, es el sonido del silencio.
Tan monumental en su tamaño como en su sofisticación, el submarino más imponente de tierras soviéticas zarpa hacia Norteamérica, el Mundo entero echa a temblar, pero sólo un hombre comprende sus intenciones y las de su capitán...

De esta manera no sólo se nos introducía en la primera de las muchas y suicidas misiones protagonizadas por el sagaz analista y asesor de seguridad nacional para la C.I.A. John P. Ryan (quien para mí siempre tuvo el físico de Michael Caine), sino en la primera de las muchas obras que pondrían a Thomas Clancy en las listas de los autores más reconocidos y prestigiosos de todos los tiempos. Resulta increíble que un tipo rechazado en el ejército por su mala vista y que pasaba horas trabajando en una agencia de seguros, propiedad de la familia de su esposa, pusiera de los nervios a un considerable número de militares y civiles con "The Hunt for Red October".
La razón fue su tremenda labor para documentarse, alimentado por su pasión por la historia naval y todo lo referente a tácticas militares, elementos técnicos y avances dentro del universo de defensa y del bélico; la época hizo el resto, pues su debut, que incluso pasó a ser elogiado por Reagan, llegó en un momento de incertidumbre con respecto a la Guerra Fría, un año después de que la tensión entre EE.UU. y la U.R.S.S. creciera hasta temerse un definitivo ataque nuclear, con la flota estadounidense aproximándose al Báltico y poniendo en alerta a Andropov y sus camaradas. Por fortuna esta "reaganiana" "Guerra de las Galaxias" de "tácticas psicológicas" se enfrió antes de que estallara del todo...

Un curioso clima de insatisfacción para proponer la hazaña del capitán de un submarino soviético en pos de la solicitud de asilo político en terreno enemigo huyendo de su país, relato que parece inviable llevar al cine pero que termina sucediendo tras un largo proceso de preproducción, donde se ha reunido un presupuesto millonario, un John McTiernan que gracias a "Jungla de Cristal" ha quedado entre los más eficaces directores de acción del momento y un sólido reparto con el hacía poco resucitado Sean Connery, de casi 60 años, a la cabeza, encarnando a ese Marko Ramius que a finales de 1.984 escapa en el Octubre Rojo, presentado en una introducción perfecta para el escocés, solemne y consciente de sus actos.
Es por tanto que pese a ser la primera aventura de Ryan y de demostrar madera de héroe aun siendo una rata de oficina de la C.I.A., nunca roba el protagonismo al anterior; Alec Baldwin aporta credibilidad y simpatía al analista de 34 años, a quien ya encontramos junto a Caroline y Olivia y a las órdenes de Greer, preparado para entrar en acción. McTiernan hace buen uso de los más de 30 millones de presupuesto y de la ayuda especial del ejército y la marina, lo que asegura un despliegue de medios colosal durante el desarrollo de esta historia con cierto sabor británico, cocinada a fuego lento y avanzando gracias a las interacciones/intervenciones de los personajes.

A fuego lento aun con los cambios oportunos ante la tarea de adaptar una novela que casi llega a las 400 páginas; Donald Stewart y Larry Ferguson tienen que condensar las muchas disertaciones del nativo de Maryland, con gusto por la profundización a base de monólogos interiores y la extensión en las operaciones para llegar a una conclusión. En lo primero se acierta de pleno, pues aquí no hay tales monólogos, sería una maniobra ridícula; las primeras páginas dejaban al descubierto el objetivo de abandono y deserción de Ramius...los guionistas, sin embargo, lo presentan como el aparente villano, cuando no lo es.
Pero su postura ante la tripulación que comanda y, cómo no, todos los del exterior, es la de un extremista chiflado que desea desencadenar una guerra, apropiado para el marco de mitad de los '80 en el que se ubica la acción, dando pie a aflorar con intensidad (no cuando se estrena el film, pues el muro de Berlín acababa de ser derribado y esto no representa ningún peligro) el tan antiquísimo pánico arraigado al poder de invasión comunista. Aun esbozando a un grupo de soviéticos, enemigos por definición de EE.UU., desde lo humanista e íntimo, ese pánico de las páginas se traslada al film.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Y la película rompe récords de taquilla y confirma la maestría absoluta de McTiernan para el "techno-thriller" de intriga de alto voltaje, sin por ello tener que atarse a los típicamente recargados efectismos de Hollywood; a cada paso que da la trama, sobrio e inteligente, más es nuestro deseo de sumergirnos a bordo del Octubre Rojo junto a sus protagonistas, y más cosas descubrimos en cada visionado.
Por otra parte, Baldwin demuestra ser un buen Ryan, y ello hizo despegar su carrera, pero Harrison Ford, que curiosamente había rechazado el papel en primera instancia, tomaría el relevo en sus futuras aventuras...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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