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Voto de Chris Jiménez:
3
Ciencia ficción. Acción Sarah Connor, la madre soltera del rebelde John Connor, está ingresada en un psiquiátrico. Algunos años antes, un viajero del tiempo le había revelado que su hijo sería el salvador de la humanidad en un futuro -año 2029- dominado por las máquinas. Se convirtió entonces en una especie de guerrera y educó a su hijo John en tácticas de supervivencia. Esta es la razón por la que está recluida en un manicomio. Cuando un nuevo androide ... [+]
28 de agosto de 2017
10 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
...soy un Terminator modelo 101, un organismo cibernético; tejido vivo sobre endoesqueleto de metal. Dentro de 35 años me reprogramarás para ser tu protector aquí en esta época, y tú serás el que me envíe...y sí, soy realmente real. El que te persigue es un T-1.000, un prototipo más moderno de polialeación mimética...".
Hmm...escuchar todas esas palabras no hacen sino dejarme una sensación de acidez en el estómago que ni el más potente de todos los Almax consigue curar.

"Terminator" no sólo fue una de las mayores revelaciones en el cine de los '80, consiguiendo una recaudación de casi 80 millones de dólares, y para algunos la mejor película de James Cameron, sino un auténtico hito en su género, el cual hoy por hoy es título obligatorio para los amantes de la ciencia-ficción. Así es como permanece en el tiempo. Por aquella época el amigo Arnold iba de película en película y ya había sido relegado a uno de los héroes de acción por excelencia de la década, mientras que Cameron se ocupaba de la segunda parte de "Alien" y de un ambicioso proyecto llamado "Abyss".
Pero seis años después de "Terminator" se empezó a hacer cada vez más veraz lo que poco después de haber contemplado el éxito del film surgió como idea: hacer una secuela. El productor Mario Kassar, de Carolco, pasó por una larga tanda de negociaciones con Hemdale Film Corporation que parecían no acabar nunca para adquirir los derechos y producir una segunda parte con muchísimo más presupuesto que la original. Para desarrollar la nueva entrega habría que invertir de verdad en algo importante, los efectos visuales, y por eso se hicieron con la friolera de 102 millones para hacer frente a tal reto.

Schwarzenegger y Hamilton, por supuesto, se unieron a la causa, Michael Biehn apareció en un breve cameo, Earl Boen regresó como el doctor Silberman y fueron reclutados Joe Morton, Robert Patrick, habitual de la serie "B" en los '80 (el tío hizo dos películas con Cirio H. Santiago...), y el por aquel entonces niño de 12 años Edward Furlong. Y yo me pregunto...¿por qué? ¿Era realmente necesario una segunda parte de "Terminator"? La premisa puede ser interesante (Skynet se creó porque la misma corporación envió un Terminator al pasado al que le fue sustraído su chip), pero la respuesta es no, claro.
¿Cuál sería el motivo real salvo el de rendir bien en taquilla? Pues ninguno. He podido comprobar a lo largo de los años, que, los verdaderos fans de la de 1.984, odian "Terminator 2", y las razones son sencillas. Lo primero es que la primera no era una película de Schwarzenegger, lo que a partir de que el austriaco lograra el estrellato cada film que éste ha protagonizado ha pasado a ser "una de Schwarzenegger", y como ejemplo tenemos "Commando", "Depredador", etc.. Pocos las recordarán por sus argumentos, sin embargo sí que se atreverán a decir "¡ah!, esta es la de Schwarzenegger donde...".

Lo segundo es que, lo que hizo de la primera ser antológica, aquí desaparece. Aquella tenía una atmósfera densa y oscura, heredera de la tradición "cyberpunk" y "noir", respiraba cine negro, una estética y banda sonora puramente ochenteras, una historia donde convergían terror, acción, violencia y suspense por igual que se desarrollaba, mayormente, de noche, lo que le otorgaba un aspecto sombrío, y lo más importante: una tremenda historia de amor detrás. En "Terminator 2" todos los códigos de juego de la primera son arrasados; decimos adiós a ese toque "de cine negro" y a la sensación de terror y oscuro suspense y dejamos paso a la acción más hollywoodiense.
La extrema violencia, abrasiva, de la que gozaba la original (motivo de discurso de algunos censores y asociaciones que consideraban el cine de acción de los '80 demasiado violento) es sustituida por simple espectáculo bajo pretextos inútiles. Por eso vemos como John le dice al Terminator "oye, tienes que jurarme que no matarás, ¿vale?". Otra cosa de la que no se libra, y que a mí me desquicia sobremanera, es que los personajes sean maltratados de esa manera, que parece que es a propósito; Sarah Connor no merecía acabar siendo tildada de lunática y recluida en un psiquiátrico por el capullo de Silberman (además, Hamilton me gustaba más con el pelo cardado que llevaba en la primera), y lo que le hacen al Terminator de Schwarzenegger tiene delito, ¿eh?

Cameron, al que igual que hizo Miller con el héroe de sus post-apocalípticas aventuras en la tercera parte de "Mad Max", decidió darle un aspecto "más humano". Pues ahí vemos al que en "Terminator" era un asesino despiadado e implacable disparando ahora a las rodillas en vez de matar a sangre fría, teniendo conciencia por los seres humanos y soltando unas frases sarcásticas que dan ganas de vomitar (lo del "confi, tío" me hizo daño de verdad)...y su relación con el crío, con ese jodido Furlong (que a mi sólo me cayó bien en "Cero en Conducta"), ¿alguien se la traga?, porque yo no. Así que por mí se puede ir a hacer puñetas esta película y la siguiente y la siguiente y todas las que lleven "Terminator" en el título y no sean la primera.
La subtrama de "Marco" que ocupa un buen trecho con Terminator siendo Amedio no me la trago. Eso sí, como vehículo de entretenimiento para pasar la tarde es perfecto, porque es una pasada como cinta de acción, cargada de efectos especiales de infarto y escenas donde en un momento se pueden aglutinar tiros, persecuciones y explosiones por doquier. Pero como secuela es una estupidez, punto, por mucho que amasara millones en taquilla y las prodigiosas mentes de los críticos de la época decidieran alabarla (¿con cuánto dinero les sobornarían?). La otra, con menos presupuesto, era mejor película; de pequeño me deslumbró, claro, ahora desde luego no.

Sólo hay dos escenas que merecen recordarse: el sueño apocalíptico de Sarah, sobre todo en el que aparece Kyle ante ella, y el reencuentro de la mujer con el Terminator en el pasillo del psiquiátrico...ese momento sí que es brutal de verdad.
¡Además! Ésta no tiene a Dick Miller.
Chris Jiménez
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