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Voto de Chris Jiménez:
3
Ciencia ficción. Thriller. Acción Michael Jennings (Ben Affleck) es un ingeniero brillante y muy bien pagado que realiza importantes proyectos para una empresa de alta tecnología. Cada vez que termina un trabajo se lo borran de la memoria para que no pueda divulgarlo. Jennings espera ganar 90 millones de dólares por su último proyecto, en el que ha invertido tres años de trabajo. Sin embargo, en esta ocasión ni siquiera le pagan, aunque vuelven a borrarle la memoria. ... [+]
16 de abril de 2023
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Hay un hombre ahí fuera, corriendo, huyendo de un pasado que jamás tuvo, ya que le fue borrado de su mente. ¿Qué hizo, cuál fue el motivo de ser traicionado? Un simple ingeniero electrónico.
Sólo él desde el futuro podrá obtener la respuesta...

Nuevamente, una de las paranoias de Philip K. Dick, servida a modo de relato corto en 1.952 y luego como parte de la magazine Imagination, una paranoia temprana de su obra donde, al estilo de lo que más tarde haría William Gibson, un hombre se enfrenta contra las grandes corporaciones en una sociedad indefensa ante su poder, mayor que la del Gobierno, sociedad del futuro, tecnológicamente avanzada, sometida por la deshumanización y el cinismo empresarial. Ese hombre da su vida, le roban los recuerdos y además su dinero; su nombre es Jennings.
A lo largo de una lectura amena, emocionante y llena de giros de trama pasará de ser un empleado estafado más a uno de esos admirables anti-héroes de las novelas negras de bolsillo, digno del mejor Leonard. Este cuento corto parece ser un proyecto de largo aliento en Hollywood, irrealizable...cosa lógica ya que ninguna obra de K. Dick está hecha para ser realizada por la industria hollywoodiense, y las veces que eso sucedió han sido enormes decepciones (incluso, a su modo, la adaptación de Ridley Scott de "¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?"). Y cuando el guión está terminado pasa a las manos de un John Woo que viene de su muy digna epopeya bélica "Windtalkers".

En ese momento el chino observa de un modo diferente el cine, y ese punto de vista es resultado de la nueva atmósfera que se respira en todo el Planeta por culpa del 11-S. No sería excusa para cambiar el sentido de una historia...quizás no una década antes, pero sí en ese momento, al menos así lo pensaba él. Se va a Dean Georgaris (responsable del libreto de la secuela de "Tomb Raider", échense a temblar, señores...) y le insta a modificar no unas pocas cosas, sino la misma esencia de la obra original; y eso es lo que los espectadores hemos de tragarnos.
Los no conocedores del relato tienen un entretenimiento absurdo y de energía electrizante, para no pensar demasiado y dejarse llevar por las incongruencias; los que lo leyeron deben encarar otro pequeño desastre cinematográfico más de esos de comienzos del 2.000, que entonces abundaban. Ya el primer acto, hasta pasados unos 25 minutos, es pura invención del maldito guión; en él conocemos a Jennings (con la cara de chico bueno, algo pícaro, algo tramposo de Ben Affleck, a quien, después del descalabro de "Una Relación Peligrosa", tal papel le va demasiado grande), su trabajo, su forma peculiar de cumplir los contratos y el entorno futurista en el que vive.

Se palpa en todo momento más la influencia de la poco antes estrenada "Minority Report" (también basada en una obra del autor de Illinois y producida, para más inri, por DreamWorks) y menos de "Desafío Total", y la progresión de situaciones y personajes es cargante, innecesaria y repleta de clichés, desde el amigo simpático (un Paul Giamatti que no sabe muy bien que hace aquí y que tampoco gozará de mucho tiempo en pantalla para preguntárselo) a la chica guapa de turno y al viejo compañero de fatigas que le ha ido bien en el mundo de los negocios. Todos ellos muy propios del imaginario de Woo.
Los clichés son fáciles. La chica (una Uma Thurman muy sexy recién huida de las garras de Tarantino) se enamorará del protagonista y será vital para sus futuras aventuras, y el compañero (Aaron Eckhart correcto y poco más) traicionará a éste porque lo tiene escrito en la frente cual cartel de neón. Un nuevo proyecto que no se desvela y el efecto del borrado de memoria; aquí, en este punto, empieza la "Paycheck" de K. Dick. Los 50.000 créditos originales ahora son 90 millones, y pasan tres años en lugar de dos. Detalles sin importancia ya que el argumento se sigue fielmente...pese a que ni el dueño de la compañía (Rethrick) es amigo de Jennings, ni la chica (aquí Rachel) existía como tal en las páginas.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Ni siquiera se produce en la película un giro magistral como el propuesto por el autor, que vuelve a Kelly, esa fémina secundaria, una "femme fatale" luchando sin escrúpulos por la compañía. Rachel no, claro. Rachel es la fuerza que impulsa al héroe y sus intenciones deben ser bondadosas, además de acompañarle en la peripecia y enzarzarse en las mil y una secuencias de combate que filma Woo con su habitual estilización de la violencia cuerpo a cuerpo; todo muy creíble teniendo en cuenta que él es un ingeniero electrónico y ella una bióloga (pero son Affleck y Thurman; él tras quitarse el atuendo de Daredevil, ella tras la hazaña súperhumana de "Kill Bill"...).
Por no faltar no falta ni la clásica paloma de su cine volando en cámara lenta y anunciando la esperanza. La esperanza, que para el protagonista del relato era quedarse con todo, aquí es darlo todo. Vuelta de tuerca enervante; "Paycheck" sería muy diferente de estar realizada en los '90. Los cheques de pago bien valieron un bombazo en taquilla, con todo el desprecio de la crítica, los acérrimos a la lectura de K. Dick y los que buscan algo más que acción en la ciencia-ficción.

En mi opinión es otra decepción de principios del nuevo siglo...y al mismo tiempo terriblemente entretenida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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