Desde PULP FICTION, negarle a Tarantino ser parte ya de los inmortales del cine es absurdo. Obras redondas como esas, muy pocas se dan en más de un siglo de cinematografía. Negar que su cine es algo repetitivo, es mentir. Sin duda, se homenajea a sí mismo sin disimulo alguno: se gusta, y mucha, se sabe un genio y se regodea en ello, haciendo que esa genialidad sea en ocasiones un exceso. Aquí plantea muchas de las premisas que ya manejó en la grandiosa RESERVOIR DOGS, incluso comparte actores con aquella gran película. Eso sí, los diálogos de aquella no son los de esta. Y eso se nota. El metraje, además,es desmesurado, se puede contar esa historia com 45 minutos menos, seguro. Y él lo sabe. Pero el exceso de Tarantino le pone, está claro. Además, hay una parte gore de la película que es incluso excesiva para Tarantino y para el propio gore. En el haber, el resto: una banda sonora maravillos (Morricone), un volver a las esencias del western que se agradece, después de la fallida DJANGO DESENCADENADO, una intriga dentro del western muy bien llevada, unos paisajes nevados muy del oeste, una lucha racial que proporciona los mejores diálogos. Y una grandiosa Jennifer Jason Leigh que encabeza un grandísimo reparto. Ese es otro de las grandes virtudes de Tarantino: qué bien elige los elencos. Gracias, Quentin, tu cine es siempre el que se espera.