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España España · Madrid
Voto de endini:
5
Drama Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el prestigioso general Douglas MacArthur (Tommy Lee Jones) y un colega suyo (Matthew Fox) tendrán que decidir el destino del emperador japonés Hirohito. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Segunda Guerra Mundial fue un hecho histórico terrible, una auténtica barbarie que demostró que el ser humano puede ser el bicho andante más despiadado de la faz de la Tierra. Eso sí, tal locura bélica ha dado al cine muchas historia que contar, y muchas de ellas muy parecidas. Es por ello que el contexto escogido para 'Emperador' resulte más atractivo, ya que en lugar de mostrarnos masacres y nazis o japoneses kamikaze, lo que hace es trasladarnos a la derrotada Japón para ofrecernos una historia que tiene más de investigación que de drama, y nos deja ver un escenario al que yo no he visto mucho: los escombros de Japón tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Eso sí, el atractivo que ofrece su contexto choca con la historia narrada, que pese a ser interesante, peca de no contar con un buen ritmo en su puesta en escena, y por momentos, notamos que la película no acaba de encontrar el potencial que tiene.

El mayor protagonista ha sido Matthew Fox, un actor por el que apostaba mucho, pero que en esta ocasión, tendré que volver a esperar para verle en su salsa. Fox ha hecho un trabajo bastante correcto en todo el metraje, pero que tiene unos puntos flacos que me hacen pensar que o si bien no ha sido correctamente dirigido (que puede ser el caso), o que a el intérprete se le atragantan los papeles con mucho peso. Algunos de sus puntos flacos van dirigidos a su trabajo en la creación del amor que siente por cierta muchacha en el filme, un amor que en el guión le mueve por todo, pero que en el actor no llego a ver reflejado, lo cual hace que me importe menos la chica, ya que ni el protagonista parece que la quiera tanto. A ello sumamos alguna escena que parece que ha sido grabada a la primera, sin llegar a estar Fox realmente creyéndose su papel, y en algunos momentos le veremos perder el hilo de sus sentimientos.

Tommy Lee Jones es el otro peso pesado de esta producción, en la que encarna al General McCarthy, toda una insignia en la cultura norteamericana, que en esta cinta ha sido reflejado un poco como un oportunista, algo estrafalario, y siempre con dos caras. Esto esta bien trabajado por el actor, que además ha apostado por la cojera del General de manera bastante convincente, sabiendo que todo lo que tiene que ver con alguna debilidad física siempre es una prueba para el intérprete de hacer o un buen papel, o caer en el tópico y hacer una cojera irreal. En esta ocasión sale bien parado, y junto a su actitud y presencia en pantalla, hacen que el papel para el actor sea pan comido, y no veamos tampoco una gran evolución en él, aunque eso sí, tiene alguna salida bastante aguda y acaba convirtiendo su personaje en un hombre que incluso, tiene principios.

La dirección de Peter Webber no ha sido todo lo ambiciosa que pudiera desear, y tampoco ofrecerá unos recursos estilísticos muy brillantes, siendo bastante sencilla en muchos casos, sin muchos quebraderos de cabeza para grabar. Es por ello que no nos encontramos con una cinta que cuente con una fotografía especialmente trabajada, lo que es una pena viendo el gran poderío visual que tiene Japón, y su arquitectura y folklore no quedan tan bien reflejados como deberían. A ello tenemos que sumarse que hay algunas escenas que pueden llegar a ser imperdonables para todo amante de cine, haciendo mención a una en particular en la que un personaje se encuentra hablando y si nos fijamos, no está bien enfocado. Con este ejemplo quiero puntualizar que la dirección no ha sido todo lo ambiciosa que debería, lo cual es una pena para un filme que ofrece una visión distinta del conflicto, y que tanto podía dar de si.

El argumento girará en torno a la investigación, y es en estos puntos dónde más gana la película, ya que nos hace pasar de un pista a otra, de un personaje a otro bien distinto, lo cual es atractivo hasta cierto punto, pese a que por momentos todo sea bastante simple y encontrar al acusado número tres no sea tampoco un quebradero de cabeza, igual que al segundo y al cuarto.

Uno de los atractivos de la película es ver todas las tradiciones y la mentalidad japonesa, algo que sí está bien conseguido, ofreciendo momentos bastante interesantes sobre las maneras orientales y su forma de llevar la derrota. También cobra especial importancia la figura de el Emperador, ya que gracias a todos los detalles que surgen a su alrededor, se convierte en un murmullo en pantalla que consigue que el espectador empiece a tenerle un respeto sin siquiera haberle visto en pantalla. Esto es uno de los aciertos más importantes del largometraje, que consigue llenar de carisma la figura del auténtico valor del filme, y habrá alguna escena en la que queramos levantarnos de nuestro asiento y mostrar nuestros respetos por el dirigente.

Como conclusión, nos encontramos con un filme que ha sabido encontrar una puerta abierta en la larga filmografía de películas basadas en la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias, que por momentos es un buen largometraje de investigación con una figura carismática como gran logro. Aún con estas virtudes, cuenta con una dirección que no ha sabido aprovechar lo que tiene, que ha ido a lo fácil y por momentos se muestra despistada, lo cual es una lástima para una propuesta que prometía más en el papel, pero que termina siendo casi un producto a medio hacer, que eso sí, va ganando en fuerza en sus últimos minutos, ofreciendo un final muy emblemático que da sentido a muchas de las cosas que muestra la cinta. Si sabemos estar atentos y perdonar algunos de sus errores, puede resultar un buen entretenimiento sin complicaciones, ya que si bien es una cinta que se puede ver, en mi caso, no sé si le daría una segunda oportunidad.
endini
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