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España España · Madrid
Críticas de endini
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Críticas 29
Críticas ordenadas por utilidad
8
17 de septiembre de 2013
43 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hablamos de una película de carreras, podemos igual sentirnos algo reacios al género, por mi parte con el recuerdo de 'Días de trueno', pero si colocamos en su cartel un nombre como es el de Ron Howard tras la cámara, con un reparto compuesto por Chris Hemsworth, Daniel Brühl y Olivia Wilde, poco puede fallar para encontrar una producción de calidad, que es más, consigue dar la sorpresa para todos aquellos que hayan visto el tráiler y no tengan ni idea de Fórmula 1: 'Rush' es tan buena película dentro como fuera de la pista de carreras.

Basada en una historia real, el largometraje gira en torno a la rivalidad entre los pilotos de Fórmula 1 Niki Lauda y James Hunt, dos de los conductores más destacados de los años 70 y cuya estela aún persiste en nuestros días. Con un argumento así, cualquiera podría pensar que nos encontramos con un filme que solo sabrán disfrutar completamente quienes conozcan del mundo del motor, pero nada más lejos de la realidad.

El papel de James Hunt lo hace un Chris Hemsworth al que alegra ver fuera de su rol de 'Thor', y siendo sinceros, encaja como anillo al dedo. No es solo la apariencia física del actor con Hunt, sino que las similitudes entre la vida real de su personaje y el momento de la carrera cinematográfica de Hemsworth parecen estar a la par. Es por ello que el actor interpreta con soltura, decisión y carácter un papel de playboy, mujeriego, competidor, orgulloso y prepotente piloto de Fórmula 1 al que consigue darle la carisma que merece. Es por ello que, en ocasiones, podríamos pensar que el actor está casi haciendo de si mismo, y pese a que pueda dar esa impresión, también hallamos un personaje lleno de matices, que engancha e interesa.

Ahora bien, Daniel Brühl merece ser nombrado como se hace cuando un piloto gana el Mundial de F1. El actor vuelve a demostrar su dominio de los idiomas, y aunque parezca una minucia, tan solo oírle hablar con el acento austríaco de Lauda (el actor es alemán, y ambos acentos difieren mucho) se nota lo mucho que ha trabajado su personaje. Ello se ve en pantalla, y Brühl consigue una de las interpretaciones más creíbles de su carrera, con momentos de una gran profundidad dramática (una simple escena de cómo intenta ponerse el casco de competición hace que uno se estremezca), hacen de su papel en el filme sea el más reseñable de entre sus compañeros. En definitiva, ver al actor en acción y todos los matices de su personaje, desde movimientos a presencia, manera de hablar y carisma, hacen que pueda hacer sombra a la figura imponente de Hemsworth, con un personaje que es su completa antítesis.

En cuanto a la dirección, hemos de aplaudir a Ron Howard por saber dar emoción a las dos facetas de la película: dentro y fuera de la pista. Y cuando nos referimos a "dentro" de la pista, es un término muy profundo: Howard convierte las carreras de Fórmula 1 en un sin fin de planos en un interminable número de lugares distintos, y convierte un deporte que puede parecer tan estático en televisión en un agresivo espectáculo de metal, rueda, pistones, gasolina y asfalto ardiendo.

El director no duda meter su cámara en los motores de los bólidos, detrás de los frenos, en el sudor de los pilotos... En definitiva, es un gustazo ver las secuencias de carreras por el sonido atronador, el despliegue de planos, y la tensión que logra crear con ellos. Si bien, y cómo he comentado al principio de la crítica, aunque esta parte del filme puede encantar a los fans del motor, fuera de la pista se cuenta una historia, y es para reseñar. Howard se mueve con maestría entre dos personajes muy diferentes, que necesitan un punto de enfoque diferente cada uno, y aún así, logra mostrar una historia que parece no tener un favorito, en la cual a lo largo del largometraje deja al espectador con una visión tan amplia y cercana de sus dos protagonistas, que no sabes cuál de los dos es el primer nombre del cartel.

Querida rivalidad

La película logra ser una gran pintura sobre todo lo que rodeaba la Formula 1 de los 70, pero para ver esta producción, hemos de recordar que no nos encontramos ante un documental. Es por ello que a lo largo del filme, que abarcará en su argumento varios años, habrán partes que serán menos reseñadas que otras, por lo que en ocasiones parece que algo que podía haber sido un momento para detenerse y mostrar al espectador una parte de su historia, ésta sea pasada por alto. A ello me refiero a que la cinta sigue un guión muy bien trabajado, pero que puede dejar algún vacío para aquellos que busquen saber más sobre las carreras de bólidos.

Y éste es también uno de los aciertos del largometraje, el mostrar una trama y unos personajes tan interesantes y potentes, que hacen que las carreras pasen casi a un segundo plano, y eso que como hemos señalado, son una delicia en medios. Fuera de la pista viviremos la angustia de los pilotos, la ambición, los sueños, el esfuerzo y sudor por conseguirlos, el trabajo y la fiesta... En total, una gran cantidad de situaciones variadas y vistas desde dos perspectivas muy diferentes si son a ojos de Lauda o Hunt, pero que al final deja un mensaje clave: el poder de la rivalidad como medio para superarse a uno mismo.

Es por ello que da gusto ver una obra de estas características en las carteleras, que sabemos que cuenta una historia de principio a fin, sin segundas partes o precuelas que puedan afear su conjunto, y logra trasladarnos a una historia real que resulta apasionante. En definitiva, nos encontramos con un filme muy bien ejecutado, con una banda sonora muy bien escogida, y donde las interpretaciones de sus protagonistas demuestran que, hacer un personaje de Marvel no tiene porqué ser el fin de tu carrera, y que aún queda hueco para actores que saben amar a su personaje y trabajarlo. Aquí da igual quién gane, es el espectador el que se lleva el premio.
endini
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6
16 de noviembre de 2013
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta producción, la figura de la mujer es la más fuerte en la historia, y ello queda sintetizado en el papel de Emily Hampshire. La actriz llevará la voz cantante en todo el metraje, convirtiéndose en una verdadera heroína capaz de hacer cualquier cosa para salvar la vida de su esposo, lo cual provocará que algunos de sus actos, sean moralmente reprochables. Es en estos casos en los que el papel de la actriz gana en profundidad, además de que su trabajo en pantalla es bastante correcto, tanto en los momentos de más tensión como emoción, la actriz se muestra bastante suelta, sin llegar a desentonar en las escenas, aunque eso sí, habrá algún momento en la que la veamos un poco 'plana' expresivamente, aunque no es una tónica que la acompañe en todo el metraje. Sin duda, su personaje es de los más cuidados de la historia, con muchos flecos sueltos en su personalidad que le dan esa veracidad de encontrarnos ante una persona normal, en una situación extrema.

El protagonismo masculino ha recaído en Kris Holden-Ried, con el papel de marido de la protagonista, y 'retornado' a su vez. El rol de Holden-Ried cuenta por lo tanto con la urgencia constante de tener que inyectarse la proteína que le mantiene como un ser humano 'normal', y tiene pequeños e interesantes detalles de tensión cuándo alguien habla del tema, además de mantenerse siempre con cierto halo de soledad y, en parte, cierto miedo a que sepan de su situación, lo cual hace que el actor se muestre en pantalla siempre ocupado, con algo rondando por su cabeza, lo cual le ha servido y mucho para mostrar presencia en pantalla, y con ello, cierto carisma y simpatía con quien le ve, ya que muestra que en casi todas las escenas tiene algo que aportar, y su actuación no flaquea aún en los momentos de más tensión. Sin duda, una buen trabajo de este intérprete al que le hubiera sido muy fácil caer en la desesperación barata, y en cambio, ofrece un rol bastante sólido.

Shawn Doyle y la española Claudia Bassols completan el reparto secundario principal, con sus aciertos y desaciertos. Por una parte, el papel de Doyle muestra muchas virtudes en cuanto a temas de amistad y de saber llevar todos los acontecimientos con un halo de naturalidad y consecuencia muy logrados, haciendo que, pese a ser un secundario, su trabajo esté a un gran nivel y llegue a causar una simpatía en el espectador muy cercana a la que sentiría el protagonista de la historia, algo muy importante en el argumento del filme. Por otro lado, el tratamiento que Bassols ha hecho a su personaje, no ha sido muy profundizado, por lo que vemos que su rol está en muchas ocasiones algo artificial, superfluo, que no llega a conectar con el resto del reparto. Esto toma especial importancia cuando hay conversaciones entre los cuatro protagonistas, y podemos ver que Bassols se muestra demasiado obvia o demasiado contemplativa, en definitiva, que hay momentos en los que no parece conectar con el resto de actores, lo cual es una pena, ya que su personaje femenino tiene también un gran peso de poderío y presencia, que en ocasiones, se le queda algo grande a la actriz.

La dirección ha caído en manos de Manuel Carballo, el cual ha sabido cuidar la manera de enfocar la trama para ofrecer una mirada más íntima de la historia, usando algunos recursos fílmicos de manera muy acertada. Carballo ha sabido ofrecer su sutileza para mostrar la violencia y la tensión, sorprendiendo incluso en alguna que otra escena de acción. Si a ello le sumamos un buen tratamiento del lenguaje del filme, con algunas escenas con una gran fotografía y bien medidas, encontramos que el trabajo del director en este filme ha tenido su mimo, y aunque en ciertas partes parece que las secuencias han sido resueltas de un modo algo rápido, en general es un buen trabajo de dirección.

El punto más favorable de la película, sin lugar a dudas, es su guión de Hatem Khraiche, el cual se muestra asombrosamente sólido y cargado de intriga. Con una historia que en su sinopsis puede tener su atractivo, pero que siempre queda la duda del saber hasta donde puede llegar, Khraiche ha ideado una trama en la que todo parece conectar, y las acciones de los protagonistas en ciertas partes del filme, pueden volver en consecuencias más tarde. Con algún que otro giro en su argumento, el libreto en su mayoría está cargado de situaciones interesantes y ambiciosas, dejándonos con un buen sabor de boca en más de una situación. Aún con todo ello, sí es cierto que hay algunos flecos del argumento que no acaban de atarse, y en ocasiones, algunos de los giros de guión pierden el efecto shock al ser tratados con demasiada calma.

Lo más importante del largometraje es el tratamiento que le ha dado al efecto zombie, esto provoca que sí, los infectados están ahí, se sabe de ellos en la trama, pero no son la pieza angular del argumento, sino que más bien la historia gira con temas más profundos, como el egoísmo, la amistad, la desesperación, y sobre todo, el miedo al diferente. Y es que la discriminación es en realidad la piedra angular de la trama, donde vemos que la sociedad puede lidiar con una epidemia zombie, pero que siempre hay algo en nosotros que nos hace desconfiar de que no es igual, de temer al extraño.

En definitiva, 'Retornados' ofrece una vuelta de tuerca al género zombie, con una historia más íntima de lo que sería una epidemia de estas características, y que sabe tocar temas más allá del mero patriotismo o heroísmo, en una cinta que busca enseñar el lado más humano de este género, el cual ya empieza a ser bastante repetitivo y convencional, siendo una grata sorpresa para aquél que se ha cansado de apocalipsis de muertos vivientes. Y que no nos engañe el póster, ya que no nos encontramos con un filme de terror, sino un drama en el que los protagonistas solo quieren salvarse a si mismos, con el egoísmo que ello implica, la esperanza y sobre todo, la supervivencia cueste lo que cueste.
endini
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7
9 de septiembre de 2013
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno se enfrenta a una película como 'Tú eres el siguiente', casi inmediatamente le viene a la cabeza una propuesta similar de este mismo verano: 'The Purge: La noche de las bestias'. Dicho filme acabo siendo, a mi parecer, un "quiero y no puedo" en toda regla, con ideas buenas, pero vagamente ejecutado. Pero no se alarmen, porque 'Tú eres el siguiente' sí sabe hacer un lavado de cara al género.

Una vez sentado en frente de la pantalla para ver la obra de Adam Wingard, un realizador aún no muy conocido, pero que supo infundir respeto con sus segmentos en 'V/H/S' y su secuela, uno se da cuenta de que está ante algo distinto, una película que sí saber rendir mérito al género slasher, y que da algo más de sentido a una propuesta tan trillada como es la de asalto a hogares.

La historia del filme narra cómo la familia Davison es atacada por un grupo de asesinos sádicos durante una escapada familiar. Atrincherados en la casa de vacaciones, hacen frente a los asaltantes, que van vestidos con ropa de asalto y macabras máscaras de animales. Si bien, los asesinos enmascarados no contaban con la presencia de Erin, la novia del hijo mayor de los Davison, cuyo misterioso pasado la ha hecho fuerte y muy difícil de matar.

Uno de los aciertos que tiene la película, quizás por no tratarse de una gran producción, es que entre su reparto no se encuentra ninguna actriz o actor altamente conocido, por lo que uno no sabe muy bien con quien quedarse, quién tiene más peso, lo cual consigue claramente que el espectador pase momentos en los que realmente no sepa quién es el siguiente. Eso sí, dentro de su reparto, hay una variada gama de personajes e interpretaciones de ellos, y mientras unos resultan creíbles, otros pueden resultar desesperantes, y entre ellos se yergue Sharni Vinson con una más que resuelta heroína.

El clima familiar en el que se desarrollan los hechos, da pie a la creación de una situación bastante veraz en cuanto a las relaciones entre los personajes, desde la niña querida de papá, hasta a los hermanos que no se soportan, pasando de la crítica a la vida burguesa, a las metas no conseguidas en la vida.

Quizás leído así puede parecer todo un melodrama, pero nada más lejos de la realidad, ya que son ciertos retazos para la construcción de sus personajes y tampoco será muy relevante, pero sí dará pie a algún momento de humor entre tanta muerte, algo de agradecer ya que hace que ve el filme sea algo más distendido, y consigue un buen contraste entre la risa y el susto.

Gore, muerte e ideas

Para todos aquellos que se quedaron con ganas de ver más chicha en 'The Purge', verán saciado su apetito en 'Tú eres el siguiente', ya que el gore también tiene su peso importante en la producción, y en esta ocasión, no se trata solo de muertes que hemos visto en mil películas antes (que también las hay), y asistiremos a algunas de las ejecuciones más imaginativas que puedo recordar recientemente en una película de su género.

Eso sí, un aspecto en esta producción, que a mi gusto, no ha sido todo lo cuidado que debiera es el del montaje. Me refiero a que en toda la cinta hay momentos en los que, por ejemplo, la música entra en situaciones que no lo merecen, o más bien, de escena a escena sufre un corte brusco, sin que lo siguiente justifique nada de ello, por lo que si somos de los que nos fijamos en este aspecto más técnico, observaremos que hay partes que parecen están más cuidadas que otras, y se echa de menos algún plano recurso más que maquille la producción, la cual se queda algo corta en cuanto a recursos de cámara.

A ello debemos sumar un guión que, pese a estar bastante bien construido para tratarse de una película de género, sí que tiene alguna brecha en su ejecución, que en algunos casos y para los más atentos, puede resultar incluso predecible. Todo ello sumado a unos personajes con altibajos entre ellos, son la mancha que más ensucia al filme.

Pese a todo, 'Tú eres el siguiente' consigue resarcir al género slasher, que tan a la ligera se ha llegado a tratar, y mediante una puesta en escena atractiva, unas muertes imaginativas, los guiños de humor, una acción que no decae, unos personaje lógicos (¡por fin!) y los pocos complejos de su director, consiguen en definitiva hacer una producción bastante redonda en su género, que aunque en momentos puede llegar a tirar de tópicos, logra volver a traer el mejor slasher a todos aquellos que creían que ya todo estaba inventado.
endini
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1
9 de septiembre de 2013
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El verano ya está con nosotros. Piscina o playa, sombrilla y crema solar, fiestas y, claro que sí, comedias norteamericanas de risa fácil. En este contexto se sitúa 'Niños grandes 2', secuela de las diabluras de Adam Sandler, Chris Rock, Kevin James y David Spade.

La sinopsis de la cinta es la siguiente: Tras mudarse con su familia a su pueblo de toda la vida para estar más cerca de sus amigos y los hijos de estos, Lenny, descubre que entre acosadores de antaño y acosadores actuales, conductores de autobús esquizofrénicos, polis ebrios en esquís y 400 fiesteros disfrazados dispuestos a amargarle la existencia, la locura no ha hecho más que empezar.

En esta producción, Adam Sandler pone el piloto automático durante todo el metraje, ofreciéndonos una interpretación sobreactuada y sin pasión, casi pareciendo que cada escena fue rodada a la primera, sin pena ni gloria. En los momentos donde es más convincente su personaje es cuando es consciente de que lo que está pasando no tiene ningún sentido, y en ello logrará que su rol consiga poner los pies en el suelo. En definitiva, su papel se reduce a gritar el texto, hacer el gamberro y dárselas de triunfador que, en definitiva, es la esencia del argumento, cosa que hace muy bien, y para que negarlo, Adam Sandler sigue teniendo su tirón como protagonista de estas propuestas cómicas.

Chris Rock pasará por una situación similar, si bien con la gracia que desprende, hará pasajero su papel, que por lo general no es destacable por mucho más que por algún que otro chascarrillo y su desparpajo. Algo más interesante es el rol de Kevin James, el cual tendrá una esposa dominante (interpretado por Maria Bello), un hijo que ha sido educado en el error (lo que provocará algunos de los momentos más divertidos del filme) y una madre por la que siente un amor incondicional. Esta multitud de rasgos, además de su correcta interpretación, hacen de su personaje uno de los más ricos, y aporta algo de familiaridad a la película.

Lo mismo ocurre con David Spade, que mediante sus relaciones con las mujeres y familiares cercanos, tiene mayor atractivo, además de dotar a su personaje de un aura más bizarra, por su manera en momentos depravada de comportarse, que dará algún que otro momento violento a la cinta. El actor Nick Swardson, que interpreta a un alocado conductor de autobús, es tan irreal como divertido. Sabiendo por ello que su personaje carece de cualquier lógica y razón, será el "sparring" que recibirá los golpes más fuertes, eso sí, recobrándose como si nada hubiese pasado. También pasará por el metraje como si nada fuera con él, y esa esencia, de personaje desubicado, hace de su papel, un mero recurso cómico, que alguna vez funciona.

A divertirse entre actuación y actuación

Si de algo puede sentirse orgullosa 'Niños grandes 2' es de congregar a una buena tropa de caras conocidas de Hollywood que, básicamente, se han unido a esta producción para pasárselo bien en el rodaje y desconectar un poco del estrés de ser actor. Es por ello que veremos a una Salma Hayek que se paseará con un escote asfixiante por todas las escenas, además de cambiar a un acento "pseudo-mexicano" para soltar algún chascarrillo, que es comprensible que tenga su sitio en la versión original, pero en la doblada al español es, cuanto menos, ilógico. Shaquille O'Neal también hace de las suyas, consiguiendo un personaje bastante cómico, que se verá favorecido por la compañía de Peter Dante, siendo los dos, unos oficiales de policía que funcionan muy bien en pantalla.

Un personaje que destaca es el interpretado por Taylor Lautner, que es una parodia de bravuconería y volteretas (y de sí mismo), que destaca no por una interpretación memorable (la cual es totalmente plana), sino más bien por saber reírse de sí mismo, y ofrecer un rol que dentro de la locura que expone esta producción, tiene su sitio, y sirve y logra lo que pretende: ser detestable a la vez que divertido. Más actores se unen a esta producción, como Steve Buscemi o Steve Austin, que harán sus pinitos, dejando algún que otro buen punto por el camino.

Una de las cosas más reprochables de esta producción es su estructura extremadamente simple, que se basa en ofrecer unas escenas de "gags" prefabricados, golpes, o situaciones algo aleatorias, que acaban con un descontextualizado "¡¿Quéeeeeeeee?!", que puede que tenga alguna gracia en versión original, no así en español. Esta fórmula se repite en muchas de las secuencias, a veces cambiando esa coletilla por una frase de algún personaje ajeno a la acción, pero que en definitiva, no es más que repetir la misma estructura durante todo el metraje.

Los momentos entre "qué" y "qué" son, en su mayoría, los expuestos en los tráilers mostrados, por lo que no nos alejaremos mucho más allá del ciervo, la rueda, la balsa hinchable y el salto al río. Aún así, tiene su punto de diversión desenfadada verla en acción, siempre y cuando entres a la sala sabiendo lo que vas a ver: una película de comedia de verano de libro, sin contenido sustancioso, y plagada de "gags" que solo harían gracia a verdaderos niños.
endini
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7
21 de enero de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil no ver una película bélica norteamericana sin tener la sensación de que nos vamos a encontrar con un panfleto patriótico donde los americanos son los máximos héroes, inquebrantables, intocables, perfectas máquinas de matar. Es por ello que al conocer de 'El único superviviente', un filme bélico protagonizado por Mark Wahlberg y dirigido por Peter Berg, director de 'Hancock', me esperaba un filme poco ambicioso y con todos los tópicos que se pueden imaginar. Tonto de mi, porque 'El único superviviente' logra crear una historia de camarería, acción y heridas reales: aquí los americanos salen perdiendo, y por paliza. Es por ello que veremos el sufrimiento de cuatro soldados a los que una misión, aparentemente simple, acaba complicándose hasta la desesperación y sí, aquí los soldados no son de plomo, y sufren, les llegan las balas y tienen muy pocas oportunidades de salir con vida. Que lástima de título por cierto, ya podían haber buscado otro menos revelador.

El papel principal ha recaído en Mark Walhberg, un actor que sabe darle su carisma a cualquier héroe que se le plantee, quizás por ese aura de chico de barrio que tiene. Es por ello que no tardaremos mucho en creernos su rol cuando se trata de llevar el arma a cuestas, hablar con sus compañeros y sufrir en la guerra, y pese a que todo ello lo hace de forma correcta, sí es cierto que en momentos con mayor carga emotiva, o cuando tiene que expresar verdadero terror ante el enemigo, o sufrir de verdad una herida de bala, veamos que su trabajo está algo limitado... Aquí no hay matices muy profundos de su personaje, y cuando se plantea una situación en la que tiene que tirar más de emociones que de poner cara de tipo duro, vemos que a Walhberg le cuesta mucho llegar a ello.

Taylor Kitsch es uno de los oficiales de la misión, y pese a su porte de tipo duro y cara inmutable, consigue dar a su papel la suficiente carisma como para, por momentos, tener más peso en pantalla que el propio Walhberg. Esto otorga a su personaje una relevancia especial, ya que se convierte por momentos en un verdadero héroe pese a las adversidades, un tipo realista, consciente de la realidad que está viviendo y también realista ante todo ello, lo cual hace que no deje de estar concentrado en su situación durante todo el metraje, y gracias a ello, creamos que realmente está viviendo la situación, mostrándose resuelto con su papel, nada anticipado a la acción y por lo general, correcto.

El papel de Emile Hirsch es de los más creíbles de toda la producción. En su rol, el actor da vida al encargado de las comunicaciones en la misión, lo cual llega a ser una de los matices claves de todo lo que ocurrirá. Es por ello que tiene una gran importancia en el guión, pero poco a poco, y cuando todo va saliendo a peor, se verá con el peso de cierta responsabilidad, y es más, cuando es alcanzado por las balas enemigas, es el personaje mejor situado en cuanto a dolor, impacto y horror que debe ser el haber recibido un balazo. El actor no se arruga en su manera de acercarse al dolor y el pánico, y consigue dar a su personaje de unos matices muy convincentes y realistas, algo que agradecer cuando nos acostumbramos a actores que se muestran siempre favorecidos a cámara incluso cuando les falta un brazo.

Llegamos a el personaje, que a mi parecer, es el más atractivo del reparto, y a su vez, el mejor interpretado. El encargado de dar vida al soldado Matt 'Axe' Axelson es Ben Foster: Su rol de luchador, pese a lo que pese, sumado a su ambigua moralidad, hace que sea el más carismático de todo el reparto, a lo que se suma su manera de sufrir, de asumir la muerte y a su vez, de mostrarse realmente desconcertado ante todo lo que está ocurriendo le supera, así mismo, es quién más demuestra el aire de la guerra, la muerte y la fortaleza. Sin duda, Ben Foster apunta maneras, y sí ya tenía fé en él cuando le vi en 'A dos metros bajo tierra', ahora empiezo a creer en que para el intérprete no hay papel pequeño, y espero que mantenga este modo de trabajo, porque podría sorprender a más de uno.

El filme puede parecer en un principio más light de lo que en realidad es, y según va avanzando su metraje, nos damos cuenta de que todo ha sido tratado de un modo bastante sideral y realista, y aquí es donde entra uno de los grandes aciertos de la película: su uso de especialistas. Hay algunos momentos en el largometraje donde los cuatro protagonistas tengan que hacer de tripas corazón, y literalmente, rodar colina abajo para huir del fuego enemigo. Es en estas caídas, tan bien grabadas, brutales y mortales, dolorosas y realmente realistas, donde vemos el gran trabajo de los especialistas en el filme, maldita sea, esos soldados sufren lo que no está escrito por mantenerse con algo de vida, y eso es magnífico, la manera de desmitificar a los soldados americanos, ya que en este filme se llevan todos los golpes, y vienen de todas las formas y colores.

Conseguir esta sensación de peligro constante, sumado al buen uso de la cámara y la muestra del dolor y el sacrificio de una forma tan directa y rotunda, es de lo mejor de la cinta, ya que no siempre se muere siendo un héroe, y en ocasiones no es más que un dejarse ir, porque estás agujereado y no hay manera de salvarse. También hay un componente patriótico, y pese a que el final del filme puede resultar más homenaje a los caídos en la vida real que un final de película, recomiendo quedarse hasta el final para un detalle que se desvela y da un mayor sentido al cierre, el cual continuará con su intensidad pese a que Walhberg le cueste enormemente creerse su papel, lo cual afea un tanto una cinta bélica donde los soldados realmente sufren donde si algo tiene que salir mal sale mal, y donde la supervivencia es más importante que los colores de cualquier bandera, y al final, son solo cuatro hombres que se quieren como hermanos y su lucha por llegar lo más enteramente posible a casa.
endini
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