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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Romance Una mañana, en la autopista, de camino al trabajo, Eddie Anderson intenta suicidarse. Al regresar del hospital, se encierra en un mutismo que sólo rompe para intentar que su mujer comprenda las razones de su malestar. Trata de explicarle sus frustraciones e insuficiencias vitales, y cómo su éxito como ejecutivo publicitario y su relación amorosa con su secretaria Gwen sólo han servido para poner de manifiesto la falsedad de su vida. A ... [+]
21 de noviembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada despertar, el ser humano tiene siempre en perspectiva y a su disposición, tres poderosos caminos por los que puede orientar su vida. Estos caminos se llaman Ser, Hacer y Tener.

El Ser, lo encaminará hacia una búsqueda interior (conocimiento de sí mismo) que hará posible entender las razones básicas de la existencia y concentrará sus mayores esfuerzos en procura de la trascendencia con la meta de la Unicidad. El Hacer -con el Ser-, lo pondrá al servicio de la transformación individual y colectiva, en procura de aportar a la solución de los conflictos sociales... y cada acción diaria será un fluir inagotable de las grandes herramientas que la vida le ha dado por esencia.

En cambio, cuando el hombre asume el Hacer, sin haber fortalecido el Ser, caminará a la deriva, improvisará constantemente, y hará (y se hará) frecuentes daños, por su ligereza y por desconocimiento del lazo invisible que lo une a los demás; y cuando el hombre se dedica a Tener, y todo lo que hace es nada más que por tener y más tener (faltando incluso a los principios éticos), es clara demostración de que ha ignorado el Ser, y entonces, mientras más tenga más vacío se sentirá, porque el tener es externo y no puede llenar el interior ni complacer al espíritu.

Eddie Anderson -para su padre siempre, Evangelus Arness, por su origen griego-, es un publicista que tuvo su momento de "gran éxito" en el Hacer y el Tener, hasta que un día se dio cuenta de que se olvidó del Ser y que lo logrado, hasta entonces, no era otra cosa que un pesado fardo, puesto que vendió mentiras, promovió productos nocivos y se engañó a sí mismo por complacer a los demás, en especial a los inconscientes y a los sinvergüenzas.

Se me antoja esta historia como una suerte de visión de futuro de, “Esplendor en la hierba”, en el supuesto caso de que, el señor Stamper, hubiera seguido vivo y, Bud, se hubiera casado con la linda, pero doblegada Deannie, dispuesta a tolerarle y a complacerle de manera muy semejante a como haría una esclava. Entre tanto, Bud, esmerándose por escalar una posición social complaciendo a su padre y renunciando a todo lo esencial de la vida, envilecido con el absurdo afán de poseer.

Basado en su propia novela -pues, escribir fue su última gran afición-, el director Elia Kazan, realiza un filme innovador y colmado de interesantísimos apuntes psicológicos, donde escudriñar en el Ser es el objetivo primigenio de su historia. Con un buen número de apuntes autobiográficos, el personaje de Eddie, es una suerte de alter-ego que sirve a Kazan para demostrar cómo podemos ponernos en riesgo de malbaratar la vida por emprender los caminos esenciales a la inversa.

De nuevo, estupendas actuaciones de, Kirk Douglas, Faye Dunaway y Deborah Kerr, conformando un triángulo amoroso que incluirá paranoia, obsesión e intento de suicidio, como parte de una trama que, de haber sido un poco más corta y menos colmada de abstracciones, de seguro hubiera calado mucho más entre el grueso del público y hasta en los Críticos de Cine.

Título para Latinoamérica: <<EL ARREGLO>>
Luis Guillermo Cardona
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