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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Aventuras Una banda de atracadores, compuesta por un padre ya anciano y sus cuatro vástagos adultos, atracan un banco en un pequeño poblado africano, y en su huida a través de la jungla matan a un policía, amigo de Tarzán. Éste acaba con uno de los atracadores y detiene a otro de ellos, a quien conducirá ante la justicia en Kairobi. El resto de la familia irá al rescate del detenido y, al tiempo, a vengarse de Tarzán, quien pretende tomar una ... [+]
20 de marzo de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con seis títulos en su haber, ésta sería la despedida de, Gordon Scott, en su representación de El Rey de la Selva. Quedaba para la historia, el que algunos consideran el mejor Tarzán hasta la fecha; otros, siguieron pensando que el mejor seguía siendo Johnny Weissmuller; y algunos más sentimos que Weissmuller, al igual que Lex Barker y Scott, hicieron cosas bastante simpáticas, pero, también cada uno tuvo sus desaciertos… y ésto es definitivo: ninguno logró la que pueda llamarse, La Gran Película de Tarzán. Sin embargo, me atrevo a decir que, entre las que más cerca han estado de serlo, puede contarse a, <<TARZÁN EL JUSTICIERO>>, y voy a sustentarlo:

En primer lugar, la historia escrita por Bernie (Berne) Giler y Robert Day, es la primera de todos los tarzanes que trasciende la simple anécdota, y hace espacio para caracterizar, matizar y explicar psicológicamente el comportamiento de sus personajes. Todavía el ejercicio es algo ligero, más sin embargo, basta para espantar cualquier asomo de animadversión que pueda haber surgido en nosotros... y ésto se agradece. En el director, Day, surge la positiva intención de sobreponerse al rancio estereotipo de los buenos y los malos, y su película consigue un toque humano que no se había visto en otro Tarzán.

También a nivel psicológico, con el personaje de, Fay (Betta St. John), se plantea muy eficazmente ese particular trastorno (¿?) que consiste en la repentina empatía y benevolencia con quien hace las veces de secuestrador o de ‘malo’ a bordo, hasta llegar a amarlo y/o a identificarse con sus ideas, fenómeno que también padecerían Kristin Enmark, durante el asalto al Banco de Crédito de Estocolmo, el 23 de agosto de 1973, y entre otras, Patricia Hearst, cuando fuera secuestrada por el Ejército Simbiótico de Liberación, en febrero del '74. Desde lo sucedido en Suecia, comenzaría a hablarse de El Síndrome de Estocolmo; y queriendo ir más allá, el personaje de Ames, también sirve a, Robert Day, para plasmar el típico carácter del cobarde que se envalentona cuando habla, un claro ejercicio de mecanismo de protección.

Por otra parte, creo que es ésta la primera película de la serie que se rueda directamente en África, porque las demás fueron hechas en estudio con pequeños insertos documentales para ilustrar la vida salvaje. Esto da lugar a una fotografía de interesantes relieves y la trama gana en verosimilitud a todo nivel.

Un equipo actoral, muy profesional, también favorece a la película y, Gordon Scott, nunca se había visto tan exigido y tan convincente como le vemos en esta afortunada despedida de la selva. Jock Mahoney, impecable y físicamente listo para heredar, en el próximo título (“Tarzan goes to India”), al personaje creado por Edgar Rice Burroughs. John Carradine, el efectivo rival de tantísimas ocasiones; y Lionel Jeffries, inmejorable en su rol de Ames, el valiente-cobarde.

Sí, la película tiene algunas fallas en la planeación y encuadres de las peleas; las tomas de cocodrilos y otros animales salvajes, casi nunca concuerdan con el paisaje ni la iluminación del lugar por el que se mueven los personajes… también nos hizo falta una linda Jane, y el grito simiesco del rey de la selva... pero, en resumidas cuentas, la historia tiene mucho más de donde agarrarla que todo lo visto de aquí para atrás. Y así es como debe ser.

Título para Latinoamérica: <<TARZÁN EL MAGNÍFICO>>
Luis Guillermo Cardona
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