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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Drama. Intriga. Cine negro Giovanna (Clara Calamai) es una hermosa joven malcasada con el viejo propietario de un restaurante. Su sórdida vida cambiará con la aparición de un vagabundo que se convierte en su amante y al que inducirá a matar a su marido. Adaptación de la novela de James Cain "El cartero siempre llama dos veces". (FILMAFFINITY)
10 de noviembre de 2010
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por concenso general, “OBSESIÓN” es considerada como la película que abrió las puertas a un nuevo movimiento, el Neorrealismo, que renovó los criterios y la estética del cine que se hacía antes en Italia. Surgida en tiempos de guerra (1942), esta obra del debutante realizador, Luchino Visconti, se vistió con la pobreza, el desempleo, el hambre, los vacíos afectivos, el afán de encontrar apoyo para salir adelante, el oportunismo y la ambición… y dejó plasmada, en un limpio espejo, una difícil realidad que estaban padeciendo los seres humanos víctimas del fascismo que, por entonces, arrasaba con toda Europa.

Para Visconti, actividad creativa es la obra de un hombre que vive entre los demás hombres, y al tener entre sus manos el regalo que le hiciera Jean Renoir de una copia de la novela “El Cartero llama dos veces” del americano James M. Cain, curiosamente sintió que allí estaba plasmada la Italia que él conocía, y llevarla al cine, fue un propósito inmediato. La novela estaba ambientada en otra época de crisis para norteamérica, La Gran Depresión… era pues, muy fácil ver reflejada la propia crisis italiana.

Y… ¡sabia elección! Porque lo que Visconti ha logrado es una de esas obras que entienden a plenitud de la vida en el planeta tierra y que son capaces de diseccionar la interioridad humana mostrándola en sus hondas contradicciones y en su perfecta interrelación con el juego magnánimo de la existencia.

Queda aquí bellamente reflejada la tríada que predispone nuestras decisiones: tentación-advertencia-elección. Giovanna es la tentación –Bregana, la víctima-, el español y el cura traen consigo las advertencias, y Gino elige… y su elección traerá consigo las consecuencias lógicas. Es el juego de la vida, el más importante que deberían enseñarnos desde muy chicos en los hogares y en las escuelas, pero ¿quién para hacerlo? cuando se cree que la vida es evolución al azar y que todo es pura casualidad.

Con esta mirada obtusa, los fascistas quisieron destruir el filme y Visconti salvó su obra casi milagrosamente, y por una razón precisa: era imprescindible para la humanidad. Lo que tras ella se avendría después, es una de las más inspiradas y lúcidas escuelas que han dado florecimiento al arte cinematográfico.

Clara Calamai y Massimo Girotti, crean dos personajes que palpitan y que calan muy hondo. Por mal que se comporten Giovanna y Gino, nos sentimos incapaces de condenarlos, porque se nos deja ver su alma y porque sentimos el palpitar de sus corazones en una situación límite capaz de confundir al más pintado.

Así es la vida y lo que nos propone es un juego para gente capaz de vivir despierta.
Luis Guillermo Cardona
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