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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Cine negro. Drama Carl Buckley (Broderick Crawford), un maquinista que teme perder su empleo, pide a su mujer (Gloria Grahame) con la que mantiene una fría relación, que interceda por él ante un ejecutivo de la compañía con el que ella había tenido relaciones antes de casarse. Pero, cuando Carl se entera del precio que su mujer ha tenido que pagar para evitar su despido, asesina al directivo durante un viaje en tren. El ferroviario Jeff Warren (Glenn ... [+]
18 de diciembre de 2009
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Dale al diablo el dedo meñique y te tomará toda la mano. Quienes se vuelven criminales son aquellos que se han dejado engañar. No los condeno, trato únicamente de comprenderlos”. Estas, son palabras de, Fritz Lang, uno de los directores más importantes de Europa, y un hombre de pensamientos claros y horizontes muy definidos.

Traigo a colación estas palabras, porque hacen referencia a la pareja central de, <<DESEOS HUMANOS>>, Vicki y Carl Buckley. Suponemos, por sus propias palabras, que ella buscaba un hombre bueno para llevar una vida tranquila y por eso aceptó casarse con Carl, quien la supera bastante en años. Suponemos, que Carl se casó con Vicki porque la amaba, pero a él le pesó la juventud de ella y la sintió atractiva para muchos otros hombres. Y Carl siente que Vicki no es sincera, no lo ha comprobado, pero lo intuye claramente, y un día, es él mismo quien que la motiva a que interceda por él con John Owens, uno de los jefes del ferrocarril donde él trabaja, y de donde acaba de ser expulsado. Con esta “pequeña salida en falso”, se reabre la puerta de la seducción interesada, para ella, y brotan los celos inevitables del hombre que ya se siente viejo ante su joven mujer... y abierto el sendero –dando el dedo meñique– es cuando los empujones se brindan en tropel, para que el ser humano se hunda… o pruebe con carácter (como lo hace Jeff Warren, el mediador en esta sufrida historia) que, cuando se da el dedo meñique, es solamente el meñique.

Basado en la brillante novela de, Émile Zola, “La Bestia Humana” -primero trasladada al cine por, Jean Renoir, en 1938-, y con guion de Alfred Hayes, el director Fritz Lang, hace una versión muy personal, consiguiendo que podamos mirar con consideración y respeto a aquellos seres humanos que, débiles en sus emociones, se desvían del camino. Por sucesivas que sean las salidas en falso de Carl y Vicki, los sentimos tan cercanos que no conseguimos desear para ellos otro mal que el que ellos mismos se hacen.

Y en cosas así, se asienta la coherencia de Lang en su trabajo cinematográfico, pues, cuando se comprende no se juzga, y es ésta una invitación que deberíamos tomar, con el corazón abierto, todos los seres humanos.

Broderick Crawford, Gloria Grahame y Glenn Ford, nos ofrecen personajes muy creíbles y muy cercanos al espejo dual de toda la humanidad... y no debería ser otro el papel del cine más que reflejar la realidad para ayudarnos a comprenderla, pues, todo arte nos fue dado para ayudar al perfeccionamiento de la vida… o de lo contrario, no es arte sino mera mercancía.

Título para Latinoamérica: <<LA BESTIA HUMANA>>
Luis Guillermo Cardona
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