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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Romance André, un abogado casado, se encarga de defender a Yvette, una bella joven acusada de hurto. Durante la preparación de la defensa, se sentirá cada vez más atraído por ella hasta el punto que no verá que Yvette no está siendo sincera con él. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la revista, Cahiers du Cinéma (N°31, enero de 1954), el entonces crítico de cine, François Truffaut, publicó un artículo titulado, Una Cierta Tendencia del Cine Francés, con el que se propuso dejar mal parado al cine que se hacía entonces en su país, y su empeño se centró, especialmente, en la suerte de guiones que, con habitual éxito, escribía gente como el dúo, Jean Aurenche y Pierre Bost, Jacques Sigurt y otros, a los que procura estigmatizar señalándolos de anticlericales, antimilitaristas y antiburgueses, es decir, perfectos surrealistas en cuanto a sus tendencias ideológicas… y de hecho, Aurenche y Bost, tenían en gran estima a este movimiento del que hicieran parte, Luis Buñuel, Pablo Picasso, André Breton, y otros grandes personajes.

Me tocó masticar ese artículo varias veces, cuando preparaba ciertos cursos sobre, Escuelas Cinematográficas, en los que, necesariamente, había que hablar de La Nueva Ola francesa (La Nouvelle Vague)... pero, curiosamente, su efecto en mí -y en el de mis alumnos a los que, inevitablemente, influía-, fue el de despertarme una gran curiosidad por el ‘realismo psicológico’ -y sociológico- de directores como Claude Autant-Lara, René Clément, Yves Allégret… y a medida que veía sus filmes, llegué a tenerlos -y los sigo teniendo ahora que reviso sus obras varias décadas después- en mucho más alto aprecio del que llegó a inspirarme y aún me inspira, La Nueva Ola.

Acabo de ver, <<EN CASO DE DESGRACIA>>. Aurenche y Bost, adaptan esta vez la novela homónima que, Georges Simenon, publicara en 1956 (también conocida como, “Por si algo me ocurriera”)… y sí, en la adaptación hay una crítica -muy realista y bien matizada- a la clase dominante representada en el abogado, André Gobillot (Jean Gabin), un hombre de pasadita la mediana edad, quien, tras defender y conseguir la liberación -sin honorarios de por medio- de una pícara muchacha de 22 años -quien, con una amiga, “planeó y ejecutó” un asalto a una modesta joyería- no consigue olvidar el ofrecimiento que ella le hizo para que la defendiera… y ¡con la venia de su esposa, Viviane! -que todo lo intuye y nada objeta, ¿adivinarán por qué?-, el eminente hombre de ley decide saciar sus ansias… y terminará prendado de la vivaracha rubia (Brigitte Bardot).

La manera brillante como, Autant-Lara, va describiendo las tácticas de dominación del adinerado abogado y, al tiempo recrea los recursos de conservación de su libertad por parte de la desempleada muchacha, es lo mejor de este filme… y aunque BB, muy poco ha conseguido inspirarme, siento que aquí domina en todos sus planos, pues, el personaje que representa es puro flujo de sí misma. No por nada, la gran escritora, Simone de Beauvoir, refiriéndose a la actriz, dijo alguna vez: “Cuando un hombre la atrae, Brigitte va directo hacia él y nada la detiene. Enseguida, abandona con él el lugar donde estuviesen… sin siquiera despedirse del hombre que antes la acompañaba”.

Claude Autant-Lara, Jean Aurenche y Pierre Bost, son nombres que conservo con bastante aprecio.

Título para Latinoamérica: AMANTE PROHIBIDO
Luis Guillermo Cardona
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