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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Comedia Dos convictos escapan y al cambiarse de ropa en el coche de huida, cada uno se pone los pantalones del otro. (FILMAFFINITY)
14 de julio de 2011
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los Estados Unidos de Norteamérica, como en mi querida Colombia y en muchos otros países (¿o será en todos?), frente al incremento de cualquier delito, a la clase política –tan pobre en ideas como rica en ambiciones- lo primero que se le ocurre es el aumento de la represión y el incremento de las penas. En los años 20' del siglo pasado, con la famosa y ridícula Ley Seca que prohibía el licor en los Estados de la Unión y para todos los ciudadanos, la represión en los United States era un verdadero asco. Había policías hasta en la sopa, soplones en todas las esquinas, y además de que se bebió más que en cualquier otra época, hubo que padecer el cometimiento de cientos de asesinatos por cuenta de los gánsteres y de la misma policía.

El pueblo estaba harto, pero hablar era pecado. Por ésto, siento que <<LIBERTAD>> (que debió ir entre signos de exclamación), contiene un soterrado grito que, el director Leo McCarey, lanzó públicamente de la manera más sutil.

Este brillante corto es, sin duda, uno de los mejores y más significativos que pudieron hacer Laurel & Hardy. Burló sin dificultad cualquier censura porque nadie consiguió ver otra cosa que una inocente comedia para reír un rato. Pero veamos: la historia se despliega mostrando a hombres como George Washington, Abraham Lincoln y el general de los ejércitos John J. Pershing, cabeza de la fuerza expedicionaria durante la Primera Guerra Mundial, quienes defendieron el derecho a un país libre y en libertad. Enseguida, un intertítulo reza: “Y aún hoy… la pelea por la libertad continúa”, y entonces vemos a Laurel & Hardy, vestidos como reclusos, huyendo aterrados de un policía que les dispara a matar.

Después, en su desesperado afán de libertad, sortearán toda suerte de obstáculos –policías como moscas- para conseguir intercambiar los pantalones que por la prisa -y su habitual y “encantadora” torpeza- se pusieron uno el del otro. El cangrejo que, incidentalmente cae entre los pantalones de Laurel, mientras tratan de cambiarse a la entrada de una pescadería, podría simbolizar que, nuestros asustados amigos sienten a los policías como un cangrejo pegado del c…

Tras un corto y divertido segmento para dar cabida a su eterno rival, James Finlayson, y a su frecuente ímpetu destructivo (desahogo de la rabia reprimida), nuestros amigos llegan a un edificio en construcción donde un ascensor se convierte en lo que parecieran desear como una escalera al cielo (ya que como forma de libertad física parecería absurda). Sobre el esqueleto de una estructura, en una escena muy lograda y agradable, los veremos padecer el vértigo -como Harold Lloyd en su estupendo, "Never Weaken" (1921)-… y el final es "delicado", pero aplastante, de lo que ellos consideran como el peor enemigo de su libertad.

La fotografía la hizo alguien que pronto sería otro gran realizador: George Stevens... y <<LIBERTAD>> queda en la memoria como una pequeña obra maestra.
Luis Guillermo Cardona
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