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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Romance. Drama Londres, comienzos del siglo XIX. Hija de un artista inglés pobre y de una corista francesa, Becky (Reese Witherspoon) se queda huérfana a muy temprana edad, pero ya de niña era muy ambiciosa y soñaba con una vida de lujo y comodidades. Cuando sale de la Academia de la Srta. Pinkerton en Chiswick, está firmemente decidida a utilizar su belleza, ingenio y astucia para conquistar un lugar dentro la alta sociedad inglesa. Empieza a ... [+]
5 de marzo de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Becky Sharp, es uno de los personajes más célebres de la literatura inglesa, y un nombre clave en la historia cinematográfica por haber sido la protagonista de una notable película de Rouben Mamoulian que lleva su nombre y que, además, fue la primera en ser filmada en technicolor de tres tonos.

De la exitosa novela de William Makepeace Thackeray, “Vanity Fair”, en la que se deleitó recreando la manera como la alta sociedad inglesa, pre y post batalla de Waterloo, traicionaba, pisoteaba y aniquilaba las más relevantes virtudes, se han hecho versiones fílmicas en 1911- 15- 22- 23- 32 y 35, hasta llegar a la particular versión que, de la novela de su compatriota anglo-hindú, ha realizado Mira Nair, con una encantadora Reese Witherspoon como protagonista.

Puntual antiheroína, mostrada como una mujer que no se guarda sus resentimientos, y capaz de unas muy conscientes-ligerezas, maquinaciones y travesuras, con tal de ganar el lugar que se ha empeñado en ocupar entre la alta sociedad que tanto la discrimina, Rebecca Sharp (apellido en el que caben las acepciones de astuta, mordaz y dudosa), a quien sus amigos llaman Becky, es la hija de un reconocido pintor que fallece cuando ella es aún muy joven y pronto comenzará a servir entre gente de linaje, títulos y honores, pero donde el egoísmo, el oportunismo, la personal conveniencia y la falta de escrúpulos con la gente de menores recursos, se sientan a la mesa un día sí y el otro también.

Mira Nair, la realizadora hindú, parece solazarse como Thackeray, bordando a punta de sátiras, una serie de ampulosos personajes que chocan con la fortaleza de ánimo, el emprendimiento y la suspicacia de esa locuela que, gracias a su adorable amiga y compañera de estudios Amelia (una promisoria Romola Garai), consigue penetrar gradualmente en aquel mundo discriminatorio y arrogante que, a su paso, comienza a aflorar algunos sentimientos que parecían imposibles.

Historia de costumbres, de amores y desamores que suceden en la vieja Inglaterra, pasan por Bruselas y terminan donde más le agrada a la directora, “LA FERIA DE LAS VANIDADES” lo tenía todo para ser una gran película: una correcta ambientación de época, fotografía siempre en el punto exacto, y un estupendo elenco de actores en el que sobresalen Bob Hoskins como Pitt Crawley y Meg Winn Owen como Lady Crawley. Pero este personaje, precisamente, queda en un punto muerto; Lord Steyne daba también la impresión de guardar alguna sorpresa; y hay tantos personajes en escena que, a ratos, uno siente que podrían sobrar algunos.

Pero, vale la pena verla, porque lo que entonces sucedía, sigue pareciéndose bastante a la sociedad que ahora padecemos.

Título para Latinoamérica: "VANIDAD"
Luis Guillermo Cardona
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